Para desarrollar el informe, la U. Salesiana analizó y cruzó información del Sistema Nacional de Información de la Educación Superior, del Observatorio Laboral para la Educación del Ministerio de Educación, del Sistema Público de Empleo y de la Sociedad Colombiana de Ingenieros, entre otras fuentes oficiales.
En Colombia del total de estudiantes que estudian ingeniería, solo el 14% son mujeres; asimismo, de los 13.000 profesionales que en los últimos 10 años han recibido el título como ingenieros, solo el 25% pertenecen al género femenino, así lo confirma un reciente informe de la Fundación Universitaria Salesiana que analizó y cruzó información del Sistema Nacional de Información de la Educación Superior (Snies), del Observatorio Laboral para la Educación (OLE) del Ministerio de Educación, del Sistema Público de Empleo (SPE) y de la Sociedad Colombiana de Ingenieros (SCI), entre otras fuentes.
Si bien el informe aclara que en los últimos tres años se ha reducido la brecha entre hombres y mujeres que estudian carreras STEM (acrónimo en inglés de ciencia, tecnología, ingeniería y matemáticas), aún la distancia sigue siendo muy amplia. Según la UNESCO, sólo el 30% de las mujeres hoy escogen este tipo de áreas para estudiar en la universidad, evidenciando que este género aún se encuentra muy rezagado en cuestión de representantes en programas STEM.
De acuerdo con Camilo Navarro, decano de la Facultad de Ingeniería de la Fundación Universitaria Salesiana, “en este momento las mujeres encuentran varias barreras que les impiden participar en estas disciplinas, entre ellas los prejuicios y los estereotipos de género que tienen gran influencia al momento de elegir qué profesión estudiar”, dice.
En cuanto al aspecto laboral, el informe analizó cuáles son las profesiones que en este momento presentan mejores oportunidades laborales y remuneraciones para las mujeres, encontrando sorpresas entre lo que ellas están estudiando frente a las oportunidades que les ofrece el mercado.
Según el Servicio Público de Empleo (SPE) y el Observatorio Laboral para la Educación (OLE), las profesiones consideradas femeninas ofrecen niveles de remuneración más bajos. “Por ejemplo, una mujer que termina una Licenciatura en Biología tiene 43% de posibilidades de obtener un empleo el día que se gradúa, con un promedio salarial de $1’200.000. En contraste, con una que estudia Ingeniería Eléctrica que tiene 95% de posibilidades de contar con un empleo el día del grado, con un promedio salarial cercano a los $2’800.000”, comenta Navarro.
Otros datos del informe que se estudiaron directamente del Snies, confirmar que, entre los años 2015 y 2020, el 87% de las estudiantes universitarias estaban registradas en dos grupos de carreras: las tradicionalmente femeninas, como Psicología, Trabajo Social, licenciaturas en todas las áreas, Psicopedagogía, Microbiología, Bacteriología y Enfermería; y las carreras no tradicionalmente femeninas que se han venido ‘feminizando’ durante los últimos veinte años, como Ciencias Económicas (Economía, Negocios Internacionales, Administración de Empresas, Contabilidad), Derecho y Medicina.
Hoy las preferencias laborales de las mujeres profesionales se centran alrededor del mercadeo y las finanzas. Pero sectores como la minería, las industrias extractivas, las obras públicas, la seguridad, el transporte, la logística y la tecnología no forman parte de sus intereses.
“Esta combinación de preferencias educativas y laborales tiene un impacto importante sobre la empleabilidad y el nivel salarial del primer trabajo de las mujeres, ya que en muchos casos los sectores menos preferidos por estas son los que en realidad les ofrecen mejores salarios y oportunidades de empleo”, agrega Navarro.
Estos datos se suman a la dificultad que hoy tiene el país para cerrar la brecha entre la demanda y la oferta de personas para atender el avance de las TIC y demás tecnologías. “Esta brecha se ha ampliado en los últimos años y se estima que, para 2025, tendremos un déficit de 42.000 ingenieros e ingenieras”, señala.
Para tener en cuenta, según el Ministerio de Tecnologías de la Información y Comunicaciones (MinTic), las mujeres que ingresan al segmento digital en el mercado laboral tienen salarios más competitivos que en otras industrias. Por ejemplo, las que tienen experiencia promedio de cinco años reciben una remuneración económica mensual superior a los $6 millones.
Las ingenierías tímidamente han cautivado el interés de las mujeres
De acuerdo al OLE, de 2010 a 2019 (información oficial más reciente), por núcleo básico de conocimiento, la ingeniería administrativa tuvo más mujeres graduadas que hombres, con 2.281 egresadas frente a 1.466 hombres; lo propio se presentó en ingeniería industrial, con 3.106 contra 1.682; ingeniería ambiental, 16.030 frente a 9.889; ingeniería biomédica, 1.491 contra 1.320; e ingeniería química, 6.169 frente a 4.674.
En contraste, al analizar los datos de 2019, la mayor brecha de género por ingeniería, en cuanto a número de graduados, se presentó en ingeniería civil, pues en esta se graduaron 1.822 hombres contra 850 mujeres; ingeniería de sistemas e informática, 5.102 frente a 1.375; ingeniería electrónica y de telecomunicaciones, 1.760 contra 307; ingeniería eléctrica, 1.026 frente a 102; e ingeniería mecánica, 3.833 contra 506;
Por porcentajes, las ingenierías que presentan mayor inequidad de género por egresados, son: ingeniería eléctrica, 90,06%; ingeniería mecánica, 86,8%; e ingeniería electrónica y de telecomunicaciones, 82,57%. Le siguen, ingeniería de sistemas e informática, 73,05%; e ingeniería civil, 53,35%.
“Este fenómeno se debe a algunas fallas que permanecen en la cultura, donde se induce a las mujeres a ser tranquilas, vanidosas y a dedicarse a las tareas de cuidado, que son menos valoradas por la sociedad, mientras que los hombres deben ser fuertes, competitivos y desempeñarse en profesiones más técnicas y en cargos de poder, que son las carreras más valoradas por la sociedad. Un ejemplo de esto son los marcados estereotipos en los juguetes, pues suelen relacionarse los videojuegos y la tecnología desde edades tempranas al género masculino. Otro escenario es el relacionado a las labores de dirección de obra, en los que aún son comunes los comentarios que consideran a la mujer como incapaz de tomar decisiones y realizar tareas con la misma efectividad que un hombre”, señala Germán Pardo, presidente de la Sociedad Colombiana de Ingenieros.
En cuanto a las ingenierías de mayor participación femenina, por número de graduados entre 2010 y 2019, sobresalen: ingeniería ambiental, 61,69%; e ingeniería industrial, 54,15%.
“Aunque se percibe un avance en la aceptación de las capacidades y habilidades de mujeres en la Ingeniería, todavía es necesario fortalecer los valores en la familia, la sociedad y la academia que les permitan a ellas decidir adelantar sus estudios profesionales en esta rama, y desarrollar y llevar a cabo tareas relacionadas con la Ingeniería con la misma facilidad y confianza que gozan los hombres”, añadió Pardo.
Los resultados de este informe prenden las alarmas de la academia, pues vale la recordar la importancia que tienen las mujeres para el desarrollo de la ciencia y la tecnología en el país; y ponen entre dicho la igualdad de género y su empoderamiento en la sociedad.
Así mismo, estos datos perfilan una oportunidad que le permite a las universidades impactar con sus programas de ingeniería a más mujeres, generar mejores estrategias de atracción y desarrollar planes al interior de las instituciones que permitan superar la brecha de género que aún persiste en esta área profesional.