¿Cómo impactará esta transición en la calidad de vida de los campesinos?
El Gobierno Nacional, a través de la Dirección de Sustitución de Cultivos de Uso Ilícito (DSCI), el Ministerio de Ambiente y Desarrollo Sostenible y la Agencia de Desarrollo Rural, presentó el programa RenHacemos Catatumbo. Esta iniciativa busca fomentar la transición hacia economías lícitas y ambientalmente sostenibles en la región del Catatumbo, y la convocatoria estará abierta hasta el 5 de marzo de 2025.
El programa RenHacemos Catatumbo tiene como objetivo ofrecer alternativas viables a los campesinos que dependen de cultivos ilícitos. Para lograrlo, se han establecido dos aspectos clave: el pago por la erradicación de raíz de estos cultivos y el fortalecimiento de economías lícitas basadas en cadenas productivas sostenibles. Se dará prioridad a los núcleos familiares encabezados por mujeres.
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Por su parte, la ministra de Ambiente y Desarrollo Sostenible, Susana Muhamad, destacó la importancia de abordar la problemática de los cultivos ilícitos con un enfoque integral que combine lo ambiental, lo social y lo económico.
“El incremento de los cultivos ilícitos causó un deterioro ambiental significativo en Catatumbo, siendo un factor clave en la deforestación. Es fundamental abordar esta problemática con un enfoque integral que combine lo ambiental, lo social y lo económico”, indicó Muhamad. Además, enfatizó que el programa incentivará la restauración del ecosistema mediante pagos por servicios ambientales.
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RenHacemos Catatumbo pretende intervenir una región históricamente afectada por los cultivos ilícitos, que han contribuido a la degradación del medio ambiente y al ciclo de violencia y desplazamiento. La iniciativa ofrece una oportunidad para que las comunidades adopten modelos de producción sostenibles, generando ingresos legales y estabilidad en el territorio.
Gloria Miranda, directora de Sustitución de Cultivos de Uso Ilícito, resaltó la relevancia de la iniciativa afirmando que:
“Si no transformamos la economía, no habrá paz en Catatumbo. Aunque el narcotráfico no es la raíz del conflicto, ha potenciado la violencia y fortalecido las finanzas de grupos armados. Por ello, la transición a economías lícitas es una necesidad urgente”.
El programa se basa en dos componentes principales. El primero es un apoyo monetario mensual para las familias que eliminen los cultivos de uso ilícito, con el objetivo de sustituir los ingresos provenientes de la economía ilegal. El segundo componente se enfoca en el establecimiento y fortalecimiento de alternativas productivas ambientalmente sostenibles, con cadenas de valor que generen ingresos legales. Según Miranda, la idea es incentivar el cultivo de productos como café, cacao y aguacate, garantizando además las condiciones para la transformación agroindustrial y la comercialización de los productos.
De acuerdo con un informe de las Naciones Unidas de 2024, se calculó que el Catatumbo contaba un año antes con al menos 43 mil hectáreas de hoja de coca. En esa región del noreste del país, cifras oficiales indican que, debido a los combates entre grupos armados, más de 55 mil personas han sido desplazadas, cerca de 30 mil permanecen confinadas y se han confirmado más de 60 muertes, aunque se presume que la cifra real es mayor.
Algo que llama la atención es que, tras cuatro días de haber lanzado la propuesta de sustitución de cultivos ilícitos a través del programa RenHacemos, las comunidades del Catatumbo no han dado una respuesta. Las autoridades se han mostrado sorprendidas ante el silencio, el escepticismo y el rechazo de las comunidades cocaleras.
Por su parte, la Coordinadora Nacional de Cultivadores de Coca, Amapola y Marihuana (COCCAM) cuestionó la oferta institucional y expresó desconfianza debido a los reiterados incumplimientos en la atención a las comunidades que han respondido favorablemente en el pasado.
Juan Joya