En las últimas horas se conoció que este lunes el líder de Haití, Ariel Henry, presentó su renuncia. Según líderes regionales, la situación se da tras semanas de una creciente ola de violencia en esta pequeña nación caribeña, donde los grupos delincuenciales han estado atacando estructuras gubernamentales y el orden social está al borde del colapso.
En un discurso a última hora, el primer ministro de Haití Ariel Henry dijo que dejará el poder tras la creación de un consejo de transición, reconociendo que el país necesita “calma” y “paz”. “Haití necesita paz. Haití necesita estabilidad”, aseveró Henry.
“Mi gobierno se irá inmediatamente después de la inauguración del consejo. Seremos un gobierno provisional hasta que nombren un primer ministro y un nuevo gabinete”, dijo Henry en una alocución por video.
Por otra parte, el líder de Guyana y actual presidente de la CARICOM (Comunidad y Mercado Común del Caribe), Irfaan Ali, anunció a última hora del lunes en medio de una rueda de prensa acompañado por otros líderes de la región caribeña que Henry desertará “tras el establecimiento de un consejo presidencial de transición y el nombramiento de un primer ministro interino”.
“Nos complace anunciar el compromiso con un acuerdo de gobernanza de transición que allane el camino para una transición pacífica del poder, la continuidad de la gobernanza y un plan de acción para la seguridad a corto plazo y el camino hacia unas elecciones libres y justas”, declaró Ali, que agregó: “Además, pretende garantizar que Haití se rija por el Estado de derecho”.
Cuando estalló lo peor de la violencia la semana pasada, el líder haitiano se encontraba en Kenia para firmar un acuerdo de envío de 1.000 policías kenianos a Haití para restablecer la situación de seguridad, de la que su gobierno ha perdido el control.
Al parecer, Henry se encontraba bajo la presión de Estados Unidos para garantizar un acuerdo político, pero no está nada claro quién intervendrá. Uno de los nombres que se barajan es el de Guy Philippe, líder rebelde deportado recientemente de Estados Unidos a Haití tras cumplir condena por lavado de dinero.
Desde el viaje de Henry a Kenia, Puerto Príncipe, la capital haitiana, se vio sacudida por una oleada de ataques de bandas muy coordinadas contra las fuerzas del orden y las instituciones estatales, que ha obligado a decenas de miles de personas a huir de sus hogares.
Se debe recordar que el gobierno de Haití declaró este domingo el estado de emergencia después de que grupos armados atacaran la mayor prisión del país en la capital, Puerto Príncipe, matando e hiriendo a policías y personal penitenciario y permitiendo la fuga de unos 3.500 reclusos.
Uno de los líderes de la banda, Jimmy “Barbecue” Cherizier, se atribuyó el ataque y dijo que la fuga era un intento de derrocar al gobierno de Henry. “Si Ariel Henry no dimite, si la comunidad internacional sigue apoyando a Ariel Henry, nos llevarán directamente a una guerra civil que acabará en genocidio”, declaró Cherizier a Reuters el martes en Puerto Príncipe.
Además, mientras el líder haitiano Henry estaba fuera del país, las bandas asediaron el principal aeropuerto del país para impedir que ingresara sano y salvo.
Por otro lado, el portavoz del Departamento de Estado estadounidense Matthew Miller, declaró el pasado miércoles que Estados Unidos no estaba pidiendo la dimisión de Henry, sino “instándole a acelerar la transición hacia una estructura de gobierno empoderada e inclusiva” para preparar una misión multinacional de seguridad y, en última instancia, la celebración de elecciones.
Según estimaciones de la ONU, las bandas criminales controlan actualmente el 80% de la capital haitiana, y siguen disputándose el resto.
Paola Martínez Burgos