Uno de los grandes desafíos que encontramos para nuestras vidas consiste en aprender amar a quienes nos rodean como nos amamos a nosotros mismos, pero ¿cómo podemos lograr esto cuando muchas veces aquellos que están a nuestro alrededor son personas que con sus actitudes y comportamientos nos hacen difícil esta tarea de amar? Para esto necesitamos la ayuda de Dios pues solo él nos permite experimentar primeramente en nuestra vida la sanidad de culpas, complejos, inadecuaciones, temores y así poder ser libres para proyectarnos hacia los demás.
Experimentar la reconciliación con nosotros mismos es aprender a vivir sin mirar atrás, sin dejar que nada nos juzgue, renunciando al pasado el cual muchas veces nos impide experimentar la vida victoriosa y libre que él quiere que tengamos. Para esto se hace necesario desprogramarnos del pasado.
Es necesario entonces…
Renunciar hoy a actitudes egocéntricas y de menosprecio: solo cuando tenemos la oportunidad de tener una conciencia limpia y un sano concepto de nosotros mismos, podremos proyectarnos de una forma sana hacia los demás.
Renunciar a palabras necias: comprender que el éxito de la vida consiste en vivir cada día ejercitando su confianza en Dios y no confiando en sus propias capacidades y experiencias, lo llevara a cuidar sus palabras respecto a la manera de referirse a usted mismo, pues neurológicamente se nos enseña que el cerebro no tiene sentido del humor para discriminar cuando es una broma y cuando se habla en serio; ‘’ yo no sirvo para esto”, “estoy terrible”, “soy un torpe”.
Aceptar las dificultades como parte del trato de Dios para su vida: no se queja por las situaciones difíciles que vive, ya que comprende que hacen parte de los procesos de la vida para formarnos y madurarnos nunca para destruirnos ni para usar mi dificultad para dañar a otros.Te recomendamos comprar tu cepillo de dientes favorito a precios súper bajos con envío gratis, y además puedes recoger tu pedido en tienda el mismo día.
Qué bueno que hoy podamos tomar la decisión de aplicar a nuestra vida aquella hermosa enseñanza sobre la mujer de Samaria la cual como consecuencia de aquel encuentro con Jesús su vida fue sanada y restaurada, lo cual la llevo a impactar la vida de otros. Encontrarnos con el amor nos genera una profunda gratitud y un gran amor por los que están a mi lado.
Les invitamos a ir a Israel con nosotros del 27 de diciembre al 8 de enero.
Y les recomendamos leer el libro “Es pecado amarse así mismo” de la tienda Publimundo.
Escrito por Juan Carlos Gaviria y Yolanda Salazar