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Canciller Laura Sarabia solicita a la ONU eliminar la hoja de coca de la lista de sustancias más dañinas

¿Qué papel puede jugar la investigación científica en la lucha contra el narcotráfico?

En la más reciente sesión de la Comisión de Estupefacientes de las Naciones Unidas, Este lunes en Viena, la canciller Laura Sarabia solicitó la exclusión de la hoja de coca de la lista de sustancias más dañinas, argumentando que esta petición formal está respaldada por evidencia científica.

Durante la sesión, Sarabia declaró: “La ciencia demostrará que la hoja de coca en sí misma no es perjudicial para la salud. Solo podremos arrebatársela a los narcotraficantes si aprovechamos su potencial en usos industriales, como fertilizantes y bebidas”.

Sin embargo, la funcionaria  sostuvo que Colombia continuará  con su estrategia de erradicación de sustancias ilícitas. Desde agosto de 2022 hasta enero de este año, se han incautado por parte de las autoridades más de 1,9 millones de kilogramos de clorhidrato de cocaína, más de 215 mil kilogramos de base de coca y se han destruido 454 laboratorios clandestinos. Sin embargo, Sarabia reconoció que estos esfuerzos no han logrado frenar el consumo, la producción y el tráfico de drogas.

La ministra de Relaciones Exteriores puntualizó que esta situación no solamente de  Colombia, y destacó que en la última década la oferta global de drogas no se ha reducido, mientras que el número de consumidores recreativos ha aumentado en más de 50 millones de personas. En sus palabras: “La evidencia es contundente: el narcotráfico ha frenado el desarrollo de nuestro país, ha victimizado a millones de campesinos, ha financiado grupos terroristas y ha devastado ecosistemas esenciales como la Amazonía”.

En cuanto a las comunidades afectadas por esta problemática, Sarabia destacó la urgencia de generar opciones productivas viables y rentables, como el cultivo de cacao y café, para regiones gravemente afectadas como el Catatumbo y el Cañón del Micay. Declaró: “No podemos permitir que las comunidades queden atrapadas en la violencia y el abandono. Debemos llevar recursos y proyectos de transformación territorial a quienes más lo necesitan”.

En ese sentido, la diplomática también hizo un llamado a revisar los mecanismos de financiación internacional. “Colombia ha aportado 416 millones de dólares a la Oficina de Naciones Unidas para la Droga y el Delito en la última década, siendo el segundo mayor contribuyente después de Estados Unidos. Es imperativo que estos recursos se ejecuten con eficiencia, austeridad e impacto real sobre las comunidades afectadas”, resaltó.

Para concluir, la ministra de Relaciones Exteriores, Laura Sarabia, instó a la comunidad internacional a integrar un nuevo modelo basado en la evidencia y el respeto a la vida. “Reformar el régimen global de drogas no significa normalizar el narcotráfico, sino dotarnos de herramientas más eficaces para combatirlo. No podemos seguir repitiendo los errores del pasado. Para Colombia, reenfocar esta política es una cuestión de vida y paz”, expresó.

Juan Joya