El mes de septiembre, en el mundo se conmemora la Prevención del suicidio, buscando romper el estigma, sensibilizar a la sociedad. En Bogotá, la administración distrital propuso para este año y hasta el 2026 la estrategia: “Cambiar la narrativa”, con el objetivo de derribar barreras como el estigma, así como de crear conciencia y fomentar una cultura de comprensión y apoyo para prevenir el suicidio.
El suicidio es un tema prioritario en salud pública, pero a menudo descuidado, rodeado de estigmas, mitos y tabúes. Cada caso de suicidio es una tragedia que afecta no sólo a los individuos, sino también a las familias y las comunidades.
Las principales medidas de prevención del suicidio basadas en pruebas incluyen según la Organización Mundial de la Salud restringir el acceso a los medios para el suicidio, por ejemplo, armas de fuego, pesticidas, etc., políticas de salud mental y reducción del alcohol, y promover la información mediática responsable sobre el suicidio.
En general, ante la detección comprobada de estos signos de alarma se sugiere en primera instancia escuchar a la persona sin emitir ningún tipo de opinión o juicio.
Signos de alarma de una conducta suicida
· Presencia de pensamientos o planes de autolesión en el último mes o actos de autolesión en el último año.
· Alteraciones de emociones graves.
· Desesperanza.
· Agitación o extrema violencia
· Conducta poco comunicativa
· Aislamiento social
Asimismo la entidad, destaca que es muy importante poner el tema en debate público, hablar de él, de sus asignaciones en los planes de la administración distrital, de las cifras, de su manejo como crisis de salud pública, de la política pública relacionada, de sus factores de riesgo, de sus motivaciones, pero, sobre todo, de su prevención y de su tratamiento.
Por ello la Secretaría de salud de Bogotá recuerda que brinda a la ciudadanía varias líneas para que las personas puedan ser orientadas por profesionales de la salud mental.
La Línea Calma, se ha enfocado en ofrecer orientación psicosocial que visibilice la importancia de que los hombres pidan ayuda y expresen de formas no violentas sus emociones. Así mismo, ha brindado acompañamiento psicosocial orientado al cambio comportamental para la eliminación de violencias psicológicas y físicas, especialmente contra las mujeres.
Asimismo, laLínea 106 “El poder de ser escuchado” que es un canal de ayuda, intervención psicosocial y/o soporte en crisis no presencial, atendido por un equipo de profesionales en psicología que brindan un espacio de escucha, orientación y apoyo emocional a la ciudadanía de cualquier edad para que compartan todo tipo de situaciones que pueden presentarse en su cotidianidad.
Además se busca a través de estos canales de contacto, identificar, prevenir, y canalizar hacia los servicios de atención los eventos de riesgo para la salud mental tales como: la conducta suicida; el consumo problemático de sustancias psicoactivas, las diferentes formas de violencia (física, sexual, psicológica, negligencia, intimidación escolar, explotación sexual).
Paola Martínez Burgos