El pasado miércoles 22 de mayo, el barrio El Socorro se convirtió en el escenario de un violento ataque perpetrado por un grupo de cobradores conocidos popularmente como “pagadiarios” o “cobradiarios”. La agresión tuvo lugar a plena luz del día, generando pánico entre los residentes de una vivienda, quienes se vieron afectados por una lluvia de piedras y objetos contundentes lanzados por los atacantes.
El incidente, que salió a la luz este fin de semana gracias a videos grabados por vecinos y difundidos en redes sociales, mostró a los “pagadiarios” discutiendo acaloradamente con una pareja de adultos. En las imágenes se observa cómo los cobradores arremeten contra la fachada de la casa con piedras, rompiendo ventanas y causando daños significativos.
Los habitantes de la casa, lejos de intimidarse, enfrentaron a los atacantes. Un hombre de la vivienda respondió verbalmente a los agresores, mientras un joven, presumiblemente su hijo, intentó defender a su padre de manera física, siendo detenido por una mujer, probablemente su madre.
Testigos del hecho describieron la agresión como rápida y brutal. “Llegaron gritando y lanzando piedras, rompieron ventanas y dañaron la fachada de la casa”, comentó un vecino que prefirió mantenerse en el anonimato por temor a represalias. Los cobradores, identificables por sus cascos y bolsos característicos, se retiraron en grupo antes de la llegada de la Policía. En el altercado, una de las motos de los prestamistas fue atacada por los residentes de la vivienda.
El coronel Elkin Gómez Martínez, comandante del Tercer Distrito de Policía Metropolitana de Cartagena, se pronunció oficialmente sobre el incidente. Gómez Martínez confirmó que recibieron un reporte sobre una riña y que al llegar la primera patrulla al sitio, comprobaron que la vivienda había sido afectada en las ventanas. “Al verificar, manifiesta el propietario de la vivienda que un grupo de personas llega al lugar a intimidarlo, al parecer, por una deuda económica que tiene con ellos”, precisó el coronel en su declaración.
La situación ha generado preocupación en la comunidad, no solo por el grado de violencia exhibido, sino también por la sensación de inseguridad que este tipo de actos provoca. Las autoridades continúan investigando el incidente para dar con los responsables y prevenir futuros ataques similares.
Saray Vargas López