La empresa Hupecol demandó al país por negarle licencia ambiental, sin embargo, Colombia no pagará ni un solo peso debido a que la perforación es en La Macarena, que se encuentra cerca del río considerado como el más bello del mundo o de los siete colores.
El Tribunal Administrativo de Cundinamarca se negó a aceptar las aspiraciones de Hupecol, multinacional estadounidense que pidió a Colombia $20.000 millones por daño y más de USD $12 millones por costo de oportunidad que solicitaba la empresa exploradora y productora de hidrocarburos, dado que presuntamente la Autoridad Nacional de Licencias Ambientales (ANLA), violó sus derechos en 2016. Con ello, para abril de ese año, la autoridad revocó la licencia ambiental que había otorgado el 18 de marzo, para ubicar su maquinaria en el “área de interés de perforación exploratoria Serranía”.
La solicitud anterior, se había dado bajo el decreto 286 que contenía implícita la facultad para el uso, aprovechamiento y/o manejo de los recursos naturales renovables necesarios para el desarrollo de actividades de explotación del proyecto, así como la concesión de aguas superficiales, la exploración de aguas subterráneas, vertimientos, el aprovechamiento forestal, entre otras actividades. Además, comprendía un área de 30.887 hectáreas localizadas en los municipios de La Macarena, en el Meta y San Vicente del Caguán, en Caquetá. Según la BBC Mundo, la empresa había hecho una inversión que incluía un millón de dólares por un estudio ambiental, por un proyecto que tenían interés desde 2008.
Pese a esto, expertos ambientalistas alertaron sobre la exploración, a partir del concepto técnico PM-GA 3.44.15.1699 de CORMACARENA que estableció ante la ANLA: “Una vez analizada la información del Estudio de impacto Ambiental y la información complementaria radicada por la Empresa HUPECOL y de acuerdo a lo observado en campo y confrontando con lo expuesto por la empresa mediante documento radicado ante esta corporación, esta entidad se permite conceptuar la NO VIABILIDAD al desarrollo del AIPE SERRANÍA…”. Para así, acogerse a la existencia de los 150 pozos repartidos en 15 plataformas y ubicado alrededor de 68 kilómetros del reconocido Caño Cristales, que si bien en un primer estudio no rozaba el área, podría resultar afectado por medio de otros ríos.
El fondo del problema estaba en que, cuando Hupecol había logrado la concesión, en 2016, la Corporación para el Desarrollo Sostenible del Área de Manejo Especial La Macarena (CORMACARENA) hizo oficial la resolución 585 de diciembre de 2015, donde se solicitaba a la ANLA “respetar el régimen de usos”, con el fin de proteger la zona de procesos extractivistas.
Es así como el despacho judicial le recordó a la multinacional que entre las cláusulas que había firmado desde 2008 estaba en darle cumplimiento a la normativa aplicable por Colombia. Bien explicó el Tribunal Administrativo “Así las cosas, resulta necesario precisar que conforme con la jurisprudencia predominante del Consejo de Estado, en esta clase de asuntos no existen ‘derechos adquiridos’, ya que las licencias ambientales tienen un carácter temporal y, por tanto, pueden ser modificadas por normas posteriores, pues estas se encuentran subordinadas al interés público”.
Lo importante es que Colombia no pagará nada a Hupecol y la zona seguirá bajo la protección ambiental y el disfrute de los nacionales, siempre y cuando el orden público lo permita.
Gina Amariles