Este fin de semana se llevó a cabo el último concierto de despedida de la leyenda del reguetón, Daddy Yankee, considerado uno de los pioneros del género, con una carrera musical de 32 años sin interrupción.
Hace un año, “The Big Boss” lanzó su último trabajo discográfico titulado ‘Legendaddy’, acompañado de una gira mundial para despedirse de su público. Ayer domingo 3 de noviembre, realizó su última presentación en ‘El Coliseo’ de San Juan de Puerto Rico.
Al concluir el espectáculo, “El Jefe” dio un discurso: “Mi gente, este día para mí es el más importante de mi vida. Y se los quiero compartir, porque no es lo mismo vivir una vida de éxito que una vida con propósito”.
Continuó diciendo que durante mucho tiempo intentó llenar un vacío en su vida que nadie pudo llenar. “Trataba de rellenar y buscar un sentido a mi vida. En ocasiones aparentaba estar bien feliz, pero faltaba algo para hacerme completo. Y les tengo que confesar que esos días terminaron”, agregó.
El artista siguió dirigiéndose a los asistentes: “Pude recorrer el mundo durante años, ganar muchos premios, aplausos y elogios, pero me di cuenta de algo que dice la Biblia: ‘¿De qué le vale al hombre ganar el mundo entero si pierde su alma?’ Por eso, esta noche, reconozco y no me avergüenzo en decirle al mundo entero que Jesús vive en mí y que yo viviré para Él”.
Raymond Ayala, nombre de pila del cantante de 46 años, añadió: “La Biblia dice que todo aquel que lo reconozca en público, aquí en la tierra, también lo reconocerá delante de mi Padre”.
“Ahora, el que me conoce por Daddy Yankee que diga, ‘Daddy Yankee en Cristo, Raymond Ayala en Puerto Rico’. Se acabó una historia y va a comenzar una nueva historia, un nuevo comienzo”, afirmó, destacando que usará todas las herramientas a su disposición “como la música, las redes sociales, las plataformas, un micrófono, todo lo que Jesús me entregó, ahora es para el reino”.
Expresó su agradecimiento a su país y espera que lo acompañen en este nuevo comienzo. “Espero que se les grabe algo bien importante: No sigan a ningún hombre. Yo soy un humano. A todas las personas que me siguieron, sigan a Jesucristo, que Él es el camino, la verdad y la vida”.
Concluyendo su mensaje, dijo: “Cristo los ama y Cristo viene, no lo olviden. Así mismo, Jesús, como tú me permitiste, por tu misericordia, recorrer el mundo, que así tú me permitas desde Puerto Rico evangelizar el mundo. Por fin, llegué a la meta. Soy libre. Amén”.
Dayineth Molina