La sobrepoblación en los sistemas penitenciarios de América Latina es un desafío constante para la seguridad pública. Según la Secretaría Nacional de Políticas Penales (SENAPPEN), Brasil alberga a más de 826,000 personas en su sistema penitenciario, con 642,638 de ellas en unidades carcelarias. México sigue de cerca, ubicándose en el segundo lugar de América Latina, con más de 220,000 reclusos, seguido por Argentina, Colombia y Perú.
El hacinamiento en las prisiones de la región crea desafíos adicionales para mantener la seguridad, lo que requiere soluciones innovadoras. La integración de tecnologías como la video seguridad, la encriptación de radios y el software avanzado de comando y control está transformando las operaciones penitenciarias.
En este viaje hacia la innovación, la idea de Ciudades Inteligentes se ha convertido en una prioridad, donde la seguridad es fundamental. Las prisiones también están buscando su lugar en este concepto, implementando tecnologías que optimicen la protección y el bienestar tanto dentro como fuera de las instalaciones.
La video seguridad se ha vuelto esencial, con cámaras de alta resolución que pueden identificar personas, vehículos y detalles incluso en condiciones de poca luz. Estas cámaras se colocan estratégicamente para proporcionar una visión completa de las actividades en y alrededor de la prisión.
Un ejemplo de esto es la red penitenciaria de Manaos, Brasil, donde la tecnología de videoseguridad de Motorola Solutions ha mejorado y modernizado las operaciones. Esto ha permitido a los agentes de policía ser más ágiles y efectivos al monitorear múltiples ubicaciones estratégicas.
El software avanzado de comando y control actúa como un centro unificador para administrar cámaras, radios y otras tecnologías. Esto permite una coordinación operativa eficiente y la automatización de acciones, lo que minimiza el tiempo de respuesta y previene incidentes.
La integración de sistemas de radio con alarmas y sensores proporciona una respuesta integral a eventos sospechosos o infracciones, mejorando aún más la eficacia operativa.
La tecnología moderna está transformando las prisiones en entornos más seguros, permitiendo que el personal de seguridad coordine sus esfuerzos de manera más efectiva y brinde una respuesta más rápida a situaciones de crisis. La seguridad en las prisiones es fundamental para la seguridad en general, y estas tecnologías están desempeñando un papel crucial en la protección de las personas, tanto dentro como fuera de las instalaciones.
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