Muchas relaciones se han roto, muchos matrimonios se han destruido y muchos hijos han sido heridos por palabras mal dichas; cuántos problemas se han originado por mentiras, chismes, insultos y desprecios cometidos por una lengua sin control. ¡Una lengua sin control hace mucho daño!
Las palabras no se las lleva el viento, las palabras dejan huella, tienen poder, influyen positiva o negativamente en nuestras vidas y en la de los demás.
Por eso se hace necesario que aprendamos a controlar la lengua, ya que las palabras tienen fuerza creadora. Recibimos lo que decimos, por lo tanto tenga cuidado con lo que dice, cómo lo dice, cuándo lo dice y dónde lo dice, ya que usted es lo que dice. Una cometa se puede recoger después de echarla a volar, pero las palabras jamás se podrán recoger una vez que han salido de nuestra boca.
Nunca olvide el poder creativo y transformador de la palabra hablada. Usted es responsable de cada palabra que diga. No olvide que el lenguaje modela las actitudes y el comportamiento, desencadenando situaciones que pueden ser tan favorables o tan desfavorables como cada persona decida.
El poder del lenguaje radica en su capacidad de influir sobre uno mismo o sobre los demás, de manera constructiva o destructiva. El apóstol Santiago en la Biblia afirma que quien sea capaz de controlar la lengua, es capaz de controlar todo su cuerpo. Es por eso que de lo que decimos y de lo que nos decimos, depende la salud o la enfermedad, la felicidad o la desgracia, la paz o la guerra.
¿Sabía usted que el uso apropiado del lenguaje es la clave del éxito en la vida de una persona? Por eso, por favor, no hable en términos negativos, no juzgue, no condene, no maldiga, no mienta, no calumnie, no engañe.
Usted no va a cambiar si no cambia su lenguaje, por favor alimente su sistema nervioso con un lenguaje creativo, constructivo, edificante, progresivo y victorioso. Le recomiendo usar con frecuencia las palabras de la Biblia, ya que son poderosas, repítalas constantemente hasta que ellas tomen posesión de su mente y de su cuerpo.
Entendiendo estas verdades, es urgente y necesario que aprendamos a controlar ese pequeño órgano muscular que muchos llaman “la sin hueso” es decir la lengua, si eso es lo que desea, le sugiero comenzar a poner en práctica los siguientes consejos:
Recomiendo leer el material ¿cómo domar la lengua? Que hace parte del manual de teoterapia cf 4 modulo 1, el cual se puede conseguir en la editorial publimundo.
“Los pensamientos se transformarán en palabras, las palabras se transformarán en acciones y las acciones determinarán tu destino”
Escrito por: Jaime Dueñas.