En el Taizhou Zoo, en Jiangsu, China, surgió una “nueva especie” de oso panda, generando controversia y acusaciones de maltrato animal. Lo que parecían adorables pandas resultaron ser perros teñidos para simular su apariencia.
Los pandas gigantes, emblemáticos de China, son una especie crucial de conservar. Aproximadamente 1.864 de estos mamíferos viven en su hábitat natural, mientras que otros 600 residen en zoológicos y criaderos alrededor del mundo.
La exhibición atrajo a multitudes de visitantes que se encontraron con animales de pequeño tamaño con los colores característicos de los pandas. Sin embargo, estos resultaron ser perros Chow Chow teñidos, mostrados diariamente desde las ocho de la mañana hasta las cinco de la tarde.
Un representante del zoológico explicó que no podían albergar pandas reales debido al tamaño limitado de sus instalaciones. La iniciativa buscaba atraer más visitantes y hacer la experiencia del zoológico más entretenida, pero muchos acusaron al centro de maltrato animal por teñir a los perros para simular pandas.
En respuesta, un miembro del equipo argumentó que la gente también se tiñe el pelo y que se puede usar tinte natural en perros con pelaje largo. Aunque se afirmó que no era perjudicial para los animales, es importante considerar los riesgos asociados con el uso de químicos en su pelaje. El teñido de los perros como pandas plantea preocupaciones éticas y de salud, ya que estos químicos pueden causar enfermedades cutáneas y afectar su bienestar. Además, internamente, los perros pueden sentirse desorientados al reconocerse a través del olfato, una parte vital de su socialización.
Mariana Obando