Tras la victoria 5-0 ante Panamá, la tricolor viaja a Charlotte con la ilusión de regresar a una final después de 13 años.
A paso firme y seguro, así continúa el proceso de Néstor Lorenzo que tiene ilusionados a 50 millones de colombianos con conseguir el segundo título de la historia. Bajo el mando del argentino, Colombia ya completa 27 juegos sin caer, una cifra nunca antes alcanzada. El equipo, titulado como el “Rey de los amistosos”, pasó a ser un plantel sólido, que compite en cualquier escenario y que se ganó el respeto y estudio de sus rivales.
El combinado nacional es un equipo atrevido, que goza de tener una camada de jugadores en un gran momento, con variantes, adaptación al juego y versatilidad. A esos factores se suma que tiene a un líder que se reencontró con su identidad, un espejismo del James Rodríguez que maravilló al mundo del fútbol en el mundial de Brasil 2014. El cucuteño es garantía de un buen pase o una jugada diferente para descifrar un encuentro. Junto al guajiro que sigue demostrando por qué es considerado uno de los mejores extremos del mundo, comandan un grupo de jugadores jóvenes y con mucha ambición. Finalmente, el fútbol no pudo ser más justo con Davinson Sánchez y Jhon Córdoba, que fueron criticados y apartados de la selección en el pasado y hoy son figuras de un equipo que está a 90 minutos de volver a una final.
Después de 3 triunfos y un empate, 11 goles a favor y 2 en contra, Colombia llega en un momento espléndido a enfrentar a un siempre difícil Uruguay, que tiene a un entrenador que podría considerarse un sabio del fútbol. Marcelo Bielsa es un míster de pergaminos y resultados; su historial con las selecciones de Chile y Argentina lo respalda. Además, un proceso que va camino a devolver al fútbol ‘charrúa’ al lugar que históricamente le pertenece. Desde su llegada en mayo del 2023, Uruguay acumula 10 victorias, 2 empates y solo 1 derrota.
“El partido ante Colombia será tan exigente como este ante Brasil, porque es un equipo que viene realmente evolucionando muchísimo partido a partido”, afirmó Bielsa tras clasificar a las semifinales. “Confiamos en que estamos en condiciones de poder jugar en un plano de igualdad con cualquier rival. Creemos en nuestras posibilidades”.
Sin margen de error, la tricolor deberá asumir la prueba de fuego, y para muchos considerada una final adelantada entre los dos mejores equipos del certamen para llegar a la final en Miami el próximo 14 de julio. La tricolor, después de un partido cómodo ante Panamá que en su nómina cuenta con solo un jugador en la élite del fútbol, ahora enfrentará a un plantel destacado, con 10 jugadores en las mejores ligas del mundo, uno más que Colombia. Uruguay ha demostrado ser un equipo equilibrado y físico. La fuerza y garra que los caracteriza la mantiene su entrenador, mientras los números denotan un once que es difícil de marcar, siendo la valla menos vencida del campeonato y el segundo más goleador con 9 tantos.
Uruguay llega con la desventaja de haber afrontado 90 minutos exigentes ante la ‘canarinha’, con las ausencias de Ronald Araújo por lesión y de Naithán Nández por expulsión. Además, el equipo tuvo que retrasar su viaje a Charlotte, ciudad donde enfrentará a Colombia el próximo miércoles, debido a problemas de clima.
Alexander Cortés