Por supuesto que, en aras del relativo entendimiento con la superpotencia extrahemisférica, el tránsito estaba autorizado.
Pero el Illyushin resolvió cambiar el rumbo a última hora para echarle un vistazo a nuestras tropas en la frontera.
Siendo sinceros, con los medios satelitales de que dispone Moscú, tampoco es que les haga mucha falta.
Pero nunca está de más aproximarse un poco y seguir informándole milimétricamente a Maduro lo que está sucediendo en el área.
Sobre todo ahora, cuando el área se está agitando atípicamente y la dictadura necesita datos concretos.
Datos concretos para garantizarles a sus agentes subsidiarios, las FARC-ELN, que seguirán siendo los preponderantes frente a los grupos rivales.
Sin embargo, los rusos no pudieron completar la tarea.
En la práctica, la Fuerza Aérea Colombiana ha logrado perfeccionar sus mecanismos de interceptación a tal punto que a los rusos no les quedó más remedio que corregir a tiempo el rumbo y no exponerse.
Quedaron al descubierto, fueron notificados y resultaron impecablemente compelidos.
Aunque, en el fondo, el asunto sigue siendo altamente preocupante.
En efecto, los rusos no solo otean, también robustecen al agresor.
Y si el régimen dictatorial es un promotor del terrorismo, de las guerras tipo proxy y de la más flagrante hibridez, ¿ no habrá llegado ya la hora de exhibir las pruebas contra Moscú en el mismísimo Consejo de Seguridad de la ONU ?
Y, lo que es más importante aún, ¿ no habrá llegado ya el momento histórico de fundar una ‘Alianza para la Seguridad en las Américas’ ( ASAM ), equivalente a la OTAN, que revitalice el TIAR y garantice por completo la estabilidad internacional en el hemisferio ?
vicentetorrijos.com