En este artículo, vamos a hablar de un tema que se torna un poco complicado, dependiendo de la gravedad de la situación experimentada. Hablaremos sobre el “perdón”, un tema que, la verdad sea dicha, es más fácil enseñarlo que vivirlo, sobre todo cuando las heridas recibidas son muy fuertes. La gente, por lo regular, se va acostumbrando a vivir con heridas abiertas en el alma, con resentimientos que pueden durar toda la vida. La gente se acostumbra a vivir con dolor, debido a que no ponemos en práctica el perdón como remedio infalible para estos males.
Hay una cosa muy particular en la vida del ser humano. A medida que vamos creciendo, nos cuesta más asimilar el tema del perdón, ya sea por desconfianza a que nos vuelvan a hacer lo mismo o porque nuestra personalidad se vuelve con baja tolerancia a las traiciones, decepciones, mentiras o engaños. Muchas personas piensan que perdonar es sinónimo de debilidad, porque creen que perdonar a quien les hizo daño le daría vía libre para que vuelva a hacerlo.
Dios nos ha dado la bendición del perdón. Él ha dado el primer paso perdonando nuestras faltas y nos pide que, de esa misma forma, lo hagamos con los demás.
2 Corintios 5:18-19
18 Y todo esto proviene de Dios, quien nos reconcilió consigo mismo por Cristo, y nos dio el ministerio de la reconciliación; 19 que Dios estaba en Cristo reconciliando consigo al mundo, no tomándoles en cuenta a los hombres sus pecados, y nos encargó a nosotros la palabra de la reconciliación.
El perdón evita que crezca la amargura, debemos soltar esas cargas que nos dificultan la vida, ya que si nos aferramos al resentimiento; quizás, paguemos un precio muy alto, pues la persona que no experimenta el perdón nunca tendrá paz y, por ende, no podrá experimentar alegría.
Perdonar implica una decisión intencional de dejar atrás el resentimiento y la ira.
Perdonar no necesariamente implica olvidar, hay cosas que dejarán huellas imborrables en la vida, perdonar es recordar sin dolor, habiendo superado ese momento traumático con la ayuda de Dios, al experimentar paz en el corazón.
Beneficios de experimentar el perdón:
Escrito por Édgar Jaimes