¿Cuánto más pueden las defensas ucranianas seguir aguantando?
En un nuevo episodio de la guerra en Europa del Este, Ucrania enfrentó la noche del viernes un intenso ataque aéreo de Rusia, que incluyó 61 drones, entre ellos los temidos “Shaheds” de diseño iraní, así como dos misiles X-59/69. Según la Fuerza Aérea de Ucrania, las defensas lograron derribar 46 drones y ambos misiles en 11 regiones del país.
Los llamados drones imitadores, empleados rutinariamente por Rusia para confundir las defensas aéreas ucranianas y agotar sus municiones, también formaron parte del ataque. Aunque 15 de estos dispositivos desaparecieron de los radares sin causar daños, otros provocaron destrucción en infraestructuras civiles en las regiones de Kiev, Cherkasi y Jmelnitski.
Daños en la región de Kiev
En la ciudad de Vishneve, un edificio residencial de nueve plantas, recién construido, sufrió daños significativos. Afortunadamente, la mayoría de los apartamentos estaban vacíos durante el ataque, lo que evitó víctimas fatales. Cinco residentes, entre ellos dos niños, fueron rescatados ilesos por los bomberos locales.
El presidente ucraniano, Volodimir Zelenski, condenó el ataque y destacó la dependencia de Rusia de componentes extranjeros para construir estos drones y misiles. “Cada uno de estos ‘Shahed’, como cada misil ruso, se construye utilizando componentes extranjeros, componentes críticos sin los cuales el terrorismo ruso sería imposible”, afirmó Zelenski en su discurso nocturno. Además, hizo un llamado urgente para detener el suministro de elementos como chips, interruptores y transceptores a Rusia.
Escalada en las regiones fronterizas y del frente
Rusia continuó con los ataques en las regiones del frente y las zonas fronterizas. En la ciudad de Jersón, un ataque ruso dañó una escuela, informó el alcalde Roman Mrochko. En el mismo día, un hombre de 36 años resultó herido por un ataque con drones, mientras que otras siete personas fueron alcanzadas por explosivos, artillería y ataques aéreos en diferentes puntos de la región.
En la ciudad sitiada de Pokrovsk, en Donetsk, un civil resultó herido, mientras que en las regiones de Cherniguiv, Dnipropetrovsk y Sumi no se reportaron víctimas, a pesar de los bombardeos.
Para concluir, los ataques aéreos de Rusia, combinando tecnología avanzada y tácticas de desgaste, representan un desafío constante para las defensas ucranianas. Sin embargo, la efectividad de los sistemas antiaéreos continúa siendo clave para proteger a la población y mitigar el impacto de estos asaltos. La situación pone de manifiesto la urgencia de frenar el acceso de Rusia a componentes tecnológicos clave que alimentan su capacidad ofensiva.
Este ataque, uno de los más recientes en la guerra en Ucrania, refuerza la necesidad de atención internacional para abordar no solo las consecuencias humanitarias, sino también las raíces tecnológicas que hacen posible esta escalada bélica.
Humberto ‘Toto’ Torres