El Gobierno de Estados Unidos, bajo la administración de Donald Trump, ha decidido revocar la extensión del alivio migratorio para más de 600.000 migrantes venezolanos, una medida que representa un golpe significativo para aquellos que creían estar protegidos de la deportación hasta octubre de 2026. La revocación afecta a los beneficiarios del Estatus de Protección Temporal (TPS), que habían obtenido la extensión de este programa durante el gobierno del presidente Joe Biden, con el fin de ofrecerles seguridad y estabilidad por 18 meses adicionales.
Según el diario The New York Times, el Departamento de Seguridad Nacional (DHS) emitió una orden para anular la extensión del TPS que había sido anunciada en enero, bajo el mandato de Biden, lo que ahora deja a estos venezolanos vulnerables a la deportación. Esta decisión fue tomada por Kristi Noem, la secretaria de Seguridad Nacional, y aún no ha sido publicada oficialmente.
El TPS es un mecanismo que proporciona protección temporal a los ciudadanos de países afectados por desastres naturales o conflictos armados, permitiéndoles vivir y trabajar legalmente en Estados Unidos hasta que la situación en su país de origen mejore. Para muchos venezolanos que se encontraban en EE. UU., este alivio significaba estabilidad, ya que no solo les protegía de la deportación, sino que también les otorgaba permisos de trabajo hasta 2026.
El contexto político y social
La extensión del TPS a los venezolanos fue justificada en su momento por el Departamento de Seguridad Nacional debido a “la grave emergencia humanitaria” que enfrenta Venezuela, sumida en una crisis política y económica bajo el régimen de Nicolás Maduro. Esta medida coincidió con la toma de posesión de Maduro para un nuevo mandato en medio de controversias sobre la legitimidad de su reelección, que fue calificada como un “golpe de Estado” por la oposición.
A pesar de los esfuerzos del gobierno de Biden para proteger a los migrantes venezolanos, la administración de Trump ha decidido revertir esta extensión, argumentando que el TPS ha evolucionado más allá de su misión original, que era proporcionar refugio temporal en casos de desastre o conflicto, y se ha convertido en una protección prolongada para varios países. Durante su primer mandato, Trump ya había intentado eliminar las protecciones de TPS para migrantes de otros países, como Haití, El Salvador y Sudán, aunque algunos de estos intentos fueron bloqueados por los tribunales federales.
Reacciones y próximos pasos
Esta medida ha generado preocupaciones entre los migrantes venezolanos en Estados Unidos, quienes temen que, sin el alivio del TPS, puedan ser deportados a un país que aún enfrenta graves crisis políticas, económicas y sociales. Los migrantes que llegaron antes del 31 de julio de 2023 y que han residido en EE. UU. sin interrupción podrían haber sido beneficiarios de esta extensión, pero ahora, con la revocación, su estatus migratorio se ve incierto.
Con este giro, Trump mantiene su postura de lucha contra la inmigración irregular, sin importar la nacionalidad, y reafirma su enfoque restrictivo hacia el TPS. Para los migrantes venezolanos, la revocación de la medida representa una incertidumbre adicional en medio de su ya desafiante situación.
La comunidad internacional y defensores de los derechos de los migrantes seguirán de cerca cómo se desarrollan los próximos pasos en este proceso, y si los tribunales federales intervendrán nuevamente, como ocurrió en el pasado, para bloquear esta revocación.
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