El presidente Donald Trump firmó este 12 de mayo un polémico decreto ejecutivo que establece un plazo de 30 días para que la industria farmacéutica reduzca voluntariamente los precios de medicamentos en Estados Unidos, advirtiendo que de no cumplirse aplicará “el poder del Gobierno federal” para forzar los ajustes.
La orden ejecutiva busca alinear los precios nacionales con los de otros países, con el argumento de que actualmente “los estadounidenses están subsidiando los medicamentos del mundo”.
“Europa tendrá que pagar un poco más. El resto del mundo tendrá que pagar un poco más y Estados Unidos pagará mucho menos”, declaró Trump durante el anuncio.
El decreto establece que:
La Pharmaceutical Research and Manufacturers of America (PhRMA) calificó la medida como “un mal negocio” que pondría en riesgo la innovación médica.
Steven Ubl, presidente de PhRMA, argumentó que “implementar en Estados Unidos los mismos precios de países socialistas sería perjudicial para los estadounidenses”, señalando que afectaría la investigación y desarrollo de nuevos tratamientos.
Esta no es la primera vez que Trump intenta esta estrategia:
Expertos señalan que la aplicación efectiva enfrentará obstáculos legales y políticos, especialmente en un año electoral. El Departamento de Salud, ahora dirigido por Robert F. Kennedy Jr., tendrá la compleja tarea de negociar con la poderosa industria farmacéutica.
Humberto ´Toto’ Torres