En un giro impactante, lo que comenzó como un romance aparentemente floreciente terminó en una tragedia desgarradora en las calles de Cartagena. Adalberto Perea Villegas, de 25 años, perdió la vida en manos de su propia pareja, en un incidente que ha dejado a la comunidad consternada y a su familia sumida en la aflicción.
La historia de amor entre Adalberto y Lisbeth fue breve, pero intensa, marcada por un rápido declive que culminó en un acto de violencia fatal. Según relatos de familiares, la relación duró apenas tres meses, durante los cuales pasaron de ser una pareja feliz a verse envueltos en una serie de desavenencias y sospechas de infidelidad que finalmente desembocaron en tragedia.
El fatídico evento tuvo lugar en la madrugada del miércoles 15 de mayo en el barrio Junín, específicamente en el sector La Curva. En ese momento, Lisbeth presuntamente atacó a Adalberto con un cuchillo, propinándole una herida mortal en el corazón, mientras su hermano menor presenciaba horrorizado la escena.
La rápida intervención de los vecinos y la pronta llegada de las autoridades permitieron contener a la presunta agresora y asegurar su arresto en el lugar del crimen. Desde entonces, Lisbeth ha sido enfrentada al sistema judicial y se enfrenta a un proceso por homicidio agravado, con la incertidumbre de su destino en manos de un juez de Garantías.
Los detalles escalofriantes de la tragedia han salido a la luz, revelando una serie de eventos que llevaron a la fatídica noche. Según los relatos de los familiares de Adalberto, la relación ya estaba en problemas debido a rumores de infidelidad por parte de Lisbeth. Sin embargo, la situación alcanzó un punto crítico durante una fiesta en el barrio Olaya Herrera, donde Adalberto descubrió una conversación comprometedora en el teléfono de su pareja con su ex.
La confrontación que siguió a esta revelación condujo al fatal desenlace en el apartamento que compartían, donde Adalberto fue mortalmente herido por su propia pareja. Su valiente intento por buscar ayuda resultó en vano, y falleció en el camino hacia el hospital, dejando atrás a un hijo pequeño de una relación anterior y una familia destrozada por la pérdida.
Este trágico suceso sirve como un recordatorio sombrío de los peligros que pueden ocultarse detrás de las fachadas de las relaciones aparentemente felices, así como de la importancia de abordar los conflictos de manera pacífica y constructiva. Mientras la comunidad llora la pérdida de Adalberto y exige justicia, su memoria perdurará como un recordatorio de los peligros del amor malogrado.
Saray Vargas López