El viernes 24 de mayo, en una vivienda en el barrio Villa del Rosario, en la localidad de Puente Aranda, Bogotá, hallaron cuatro cuerpos sin vida y se presume que el hombre asesinó a su esposa y a sus hijos para luego quitarse la vida.
De acuerdo con las autoridades, el presunto asesino fue identificado como Jairo Acosta Delgado, de 51 años, su esposa Vivian Marcela Pesellín, de 48 años, y sus dos hijos menores, de 15 y 16 años, e incluso su mascota, que era un gato, fue otra víctima.
El hecho habría ocurrido el miércoles 22 de mayo, pero no fue hasta el viernes que el hermano de la mujer llegó a la casa, en su preocupación por no saber nada de ellos y se encontró con la terrible escena del crimen que ha consternado a la comunidad.
Inmediatamente se comunicó con la policía, quienes, en su primera hipótesis, los cuerpos mostraban signos de posible intoxicación por envenenamiento, como labios morados y flujo nasal.
Los dos menores de edad estaban arropados y en cada una de sus habitaciones; en el cuarto principal, la madre estaba en una posición similar, mientras que el presunto homicida quedó tendido en el borde de la cama con una herida que habría sido provocada con un arma blanca.
El general José Daniel Gualdrón, comandante de Policía Metropolitana de Bogotá, indicó que, hasta el momento, no se ha encontrado evidencia de la participación de un tercero en el crimen, y no hubo señales de puertas forzadas.
Un allegado a la familia reveló que ellos están pasando por problemas económicos y de salud. Vivian, quien era odontóloga, pero no ejercía, había sido hospitalizada hace un año y medio debido a una parálisis. Además, recientemente otro hijo había perdido la vida.
Por su parte, vecinos manifestaron que Acosta Delgado era un “hombre trabajador” y se dedicaba a la ornamentación y los domingos veían a la familia en las misas de las 10: 30 a.m. Por ahora, se espera que Medicina Legal pueda encontrar las causas de cada muerte, así como el tiempo que estuvieron los cuerpos en el inmueble.
Dayineth Molina Velásquez