Tragedia ambiental en Santander: incendio devora único valle de frailejones en Berlín

Un incendio que inició el 22 de enero a la altura del peaje del Picacho, en Berlín, Tona, se ha convertido en una emergencia de proporciones alarmantes, expandiéndose durante más de 40 horas sin tregua. A pesar de los intensivos esfuerzos de los cuerpos de bomberos de varios municipios, así como de la colaboración del gobierno, incluyendo helicópteros tipo Bambi bucket de las Fuerzas Militares, el voraz fuego sigue fuera de control.

La quema y la incineración de frailejones, plantas emblemáticas de los páramos de Colombia, quedan registradas en imágenes desgarradoras, destacando la magnitud de la devastación ambiental. En un principio se hablaba de 15 hectáreas, estas se convirtieron en 160 y comprometieron una de las reservas forestales que había comprado el Acueducto Metropolitano de Bucaramanga, que estaba completamente cubierta de frailejones.

El gobernador de Santander, el coronel retirado Juvenal Díaz, informó que seis aeronaves, incluyendo tres helicópteros civiles y dos del Ejército, están en operación. Sin embargo, la fuerza de la conflagración y los vientos desafiantes han llevado a la necesidad de solicitar más ayuda estatal el 24 de enero.

Nicolás Mantilla, administrador del Refugio Piedra Parada y uno de los afectados por el incendio, lamenta la pérdida del único valle de frailejones en Berlín, equivalente a más de 40 hectáreas. “Se quemó todo, todo. La destrucción es muy, muy, pero muy grande, el incendio sigue supervivo a pesar de esfuerzos, el clima no ayuda, la vegetación se prende con nada, ha sido duro”, expresó Mantilla con preocupación.

Los momentos son conmovedores para los colaboradores, como los bomberos, quienes han enfrentado dificultades notables. Uno de ellos compartió un video expresando su dolor al ver que todo el esfuerzo realizado el 23 de enero se perdió debido al cambio de viento. “Con profunda tristeza, lo que quisimos proteger, desafortunadamente la naturaleza jugó en contra, nos cambió el viento y el trabajo realizado con nuestras máquinas y el personal, es una situación lamentable”, dijo con nostalgia. La comunidad y las autoridades se mantienen en alerta, esperando una pronta contención de esta emergencia ambiental sin precedentes.

Sala digital Colmundo