Una vez más, ‘Verdolagas’ y ‘Pijaos’ se encontrarán en una definición de campeonato, la tercera ocasión desde que existen los torneos cortos.
Drama en Ibagué y Bogotá: así se vivió la definición de los cuadrangulares en el balompié nacional. Los dos equipos que llegaron líderes de su grupo y con la primera opción de ser finalistas no lograron su cometido en terreno foráneo. El Once Caldas pecó en lo que fue su lunar a lo largo de las finales: los primeros tiempos, en los cuales siempre el rival fue más. Ayer, en un Manuel Murillo Toro lleno, no fue la excepción. Tolima, con lo justo, sacó la diferencia y se atrincheró en la segunda parte, aguantando una mínima ventaja que terminó siendo suficiente para llegar a la final. Por su parte, la definición del cuadrangular A fue mucho más abierta. Nacional hizo la tarea, goleó 0-3 a Santa Fe, pero tuvo que sufrir hasta el final debido al resultado en el estadio La Libertad de Pasto.
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Se rompió la racha: David González alcanza su primera final con Tolima
El proceso de uno de los técnicos con mayor proyección de Colombia parece estar tocando techo. La tan anhelada y buscada final para el Deportes Tolima del ‘profe’ David González finalmente se logró. Luego de cuadrangulares en años pasados donde el equipo llegó como favorito y perdió la posibilidad de disputar el título por detalles, ahora, con un perfil más bajo y haciendo uso de sus herramientas, jugará su novena final en 70 años. Para David González, será su segunda como entrenador.
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La diferencia en Ibagué estuvo en la eficacia. En un juego abierto que tenía al Once Caldas como favorito desde el factor numérico —pues un empate le bastaba para regresar a una final después de 13 años—, la ilusión terminó diluyéndose con el pasar de los minutos. Tolima salió a buscar la ventaja haciendo uso de sus fortalezas: Jeison Guzmán como el jugador diferencial con pelota, y la velocidad de sus extremos y laterales, quienes se descolgaron completamente al ataque y terminaron siendo influyentes en la anotación. Ambas bandas las ganó Tolima en el primer tiempo; Alex Castro y Jeison Lucumí fueron determinantes con su velocidad y potencia, mientras Junior Hernández y Yhorman Hurtado, con su buen posicionamiento, mantenían al equipo en bloque alto y les permitían, sin hacer grandes recorridos, sumarse al ataque. Esto le dio volumen, profundidad y apertura de campo al ‘Pijao’, que por momentos sufrió el partido, pero logró su cometido.
Tolima finalmente ganó un juego definitivo en su escenario, un saldo pendiente en la era de David González. Siendo práctico, por momentos jugando y en otros aguantando, sacó el resultado ante un Once Caldas que también se despidió de manera digna. Este equipo, de la mano de Hernán Darío Herrera y Dayro Moreno, recuperó la ambición y aseguró su puesto en la Copa Sudamericana para el próximo año, un dato no menor, ya que regresará a la competencia internacional después de cinco años.
Nacional golea a Santa Fe y Millonarios no puede en Pasto
El otro cuadrangular tuvo una definición de infarto. Una de las rivalidades más grandes del país, sin enfrentarse directamente, estaba pendiente del marcador de su rival. Nacional, con una gran plantilla, volvió a destacar puntos altos individualmente, como en el caso de los laterales Andrés Felipe Román y Álvaro Angulo, quienes a lo largo de las finales fueron determinantes. Ayer, el espectáculo se lo llevó Andrés Felipe Román, quien marcó un golazo con un gesto técnico destacado. Además, ganó los duelos, fue preciso y se convirtió en un extremo más que marcó la diferencia con pelota, algo difícil de encontrar en el fútbol colombiano. A su gran presentación individual, el ‘Verdolaga’ sumó una excelente labor colectiva, funcionando como un reloj. Se adueñó de la pelota, pasó líneas de presión con facilidad y, jugando por dentro y por fuera, desnudó a un equipo que terminó sumando solo un punto de 18 posibles en las finales.
No todo fue alegría para el verde de Antioquia. A pesar de cumplir con su objetivo, no dependía de sí mismo y debía esperar un resultado favorable en el sur del país. Pasto, honrando el fair play, compitió y generó opciones de gol que pudieron haberle permitido ganar el juego. Millonarios, por su parte, cerró la temporada con una decepción, enmarcando un año intermitente. Con una nómina que terminó siendo corta, un técnico y jugadores que fácilmente se desequilibran mentalmente, no logró ningún objetivo. En la Copa Libertadores, la Copa Betplay y la Liga compitió, pero no cerró de manera exitosa ningún ciclo.
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“El funcionamiento me gustó porque atacamos de todas las formas. Todo lo hicimos para buscar un resultado, pero, como les dije a ellos, si estuviéramos jugando todavía, de pronto en un contraataque Pasto nos hace el gol. No entraba. Esto es cabeza fría, tranquilidad y pensar en lo que viene”, afirmó Alberto Gamero en conferencia de prensa.
Alexander Cortes