La escalada de la violencia política en el país llama la atención de la prensa internacional.
El atentado en contra del senador y precandidato presidencial Miguel Uribe Turbay ha avivado una fuerte preocupación sobre el deterioro de la seguridad pública en Colombia. El ataque, ocurrido el pasado sábado 7 de junio en Bogotá, ha sido interpretado por diversos sectores como un reflejo de la creciente violencia política en el país. En respuesta a este grave hecho, el influyente diario estadounidense The Wall Street Journal (WSJ) publicó un editorial titulado “Colombia’s Descent Back Into Violence”, en el que advierte sobre las implicaciones del ataque, calificándolo como “más que un atentado a un solo hombre. Es un golpe a la frágil democracia colombiana”.
El artículo del WSJ analiza el contexto de seguridad en Colombia y critica la gestión del gobierno del presidente Gustavo Petro en materia de orden público. Según el editorial, desde la llegada de Petro al poder en 2022, la situación ha empeorado significativamente, con un aumento en la producción de cocaína y el fortalecimiento de grupos armados en distintas regiones del país. “Durante la era Petro, desde 2022, la seguridad se ha deteriorado aún más, mientras que la producción de coca y cocaína ha experimentado un auge (…) Grandes zonas del país están nuevamente bajo el control de grupos armados, y los colombianos que viven fuera de las ciudades más grandes son rehenes de la violencia, como en la década de 1990”.
El editorial también destaca la fragilidad de los avances en seguridad logrados en años anteriores y advierte que sin una voluntad política clara para enfrentar el problema, la violencia seguirá en aumento. “El intento de asesinato del fin de semana demuestra la fragilidad de estos logros sin la voluntad política para protegerlos”, afirma el WSJ, sugiriendo que la falta de acción del gobierno ha permitido que la criminalidad recupere terreno en varias regiones del país.
El atentado contra Uribe Turbay pone de presente la seguridad de los líderes políticos en Colombia y la capacidad del Estado para garantizar su protección. La Unidad Nacional de Protección (UNP), encargada de brindar seguridad a funcionarios y figuras públicas, ha sido objeto de críticas por la reducción de esquemas de protección y la falta de respuesta a solicitudes de refuerzo. Este cuestionamiento se suma a la preocupación por el aumento de la violencia en zonas rurales, donde grupos armados han consolidado su presencia en los últimos años.
Mientras avanzan las investigaciones sobre este intento de asesinato, el debate sobre la seguridad en Colombia sigue en el centro de la discusión pública. La advertencia del WSJ sobre el deterioro del orden público y la fragilidad de la democracia colombiana muestra la inquietud internacional sobre la situación del país. En este panorama, se espera que el Gobierno tome medidas concretas para enfrentar la violencia y garantizar la estabilidad política en un momento de creciente incertidumbre.
Conozca el artículo completo aquí: https://www.wsj.com/opinion/miguel-uribe-colombia-murder-attempt-gustavo-petro-6cefb862
Juan Joya