La Agencia Nacional de Seguridad Vial (ANSV) hace las siguientes recomendaciones para prevenir que los vehículos se deterioren durante este periodo de cuarentena.
Encienda el vehículo por lo menos una vez a la semana entre 5 y 10 minutos, llevando el acelerador entre 1.500 - 2.000 revoluciones por minuto. Revise previamente que no haya fugas en el piso de líquido refrigerante y/o aceite. En lo posible, ubíquese en un lugar ventilado.
Verifique que el nivel de aceite se encuentre en el límite adecuado y que no haya fugas. Recuerde que el cambio de aceite se debe realizar por tiempo o kilometraje con el fin de preservar los componentes del motor.
Revise otros niveles de líquidos, como el de frenos y el del limpiaparabrisas. Si el primero está por debajo de lo adecuado, tan pronto pueda consulte a su servicio técnico. Para el otro líquido, manténgalo en nivel óptimo para evitar corrosión.
No es necesario desconectar la batería si se realiza el encendido al menos una vez por semana para evitar su descarga. Al desconectarla, o si se llega descargar, se perderán características propias y fundamentales para lo cual deberá consultar su servicio técnico.
Es recomendable cerciorarse de que ventanas y puertas estén cerradas, y que tanto luces externas como internas se encuentren apagadas. No obstante, se recomienda dejar una ventana abierta unos pocos milímetros para que circule el aire y evitar la formación de hongos en la tapicería.
Mantenga la presión adecuada de las llantas de acuerdo con la definida por el fabricante. Se recomienda mover el vehículo por lo menos una vez a la semana dentro del estacionamiento para que el punto de contacto de las llantas con el piso varíe y no su estructura no se vea comprometida ni presente alguna posible deformación.
Mantenga el freno de mano sin accionar, ya que durante el tiempo que se deje el carro parqueado puede resultar que las pastillas o zapatas se bloqueen contra el disco o tambor, respectivamente. Se recomienda dejar el vehículo en primera marcha o usar tacos para bloquearlo. Si el vehículo es de transmisión automática, déjelo en la posición de parqueo (P), siempre y cuando no se encuentre sobre una pendiente pronunciada. En dado caso, utilice tacos para su bloqueo.
En lo posible mantenga el vehículo en un estacionamiento cubierto. Si no es posible, utilice una cubierta según el tipo del automotor. Si lo estaciona en un sitio cubierto, deje espacios libres en el forro para permitir la circulación de aire y evitar que entre humedad.
Se recomienda dejar el depósito de combustible por lo menos a la mitad de su capacidad. Dejar muy poco combustible en el tanque permite que entre humedad y se vaya generando oxidación.
Mantenga el exterior del vehículo limpio para eliminar suciedad y polvo que puedan dañar la pintura.
Si es posible, remueva los limpiaparabrisas para evitar que se peguen al panorámico. Si no es fácil su remoción, ponga un trozo de papel entre ellos y el vidrio.