El hemiciclo del Senado se convierte este miércoles en el epicentro de un pulso político crucial. Con votos ajustados, los legisladores definirán si autorizan la consulta popular propuesta por el gobierno de Gustavo Petro, que busca reformar las condiciones laborales mediante 12 preguntas. Desde La Giralda, el oficialismo se muestra optimista: confían en alcanzar la mayoría simple necesaria para su aprobación.
El presidente Petro ha defendido la consulta como un mecanismo para “garantizar felicidad al pueblo colombiano”. Entre las propuestas destacan:
Sin embargo, la oposición tilda la iniciativa de “costoso gesto simbólico”. César Gaviria, líder liberal, argumenta que las reformas podrían implementarse sin una consulta —que costaría $700.000 millones— y acusa al gobierno de usar recursos públicos para fines políticos. “Es como preguntar si prefieren ser ricos o pobres”, ironizó un congresista opositor.
El gobierno ha desplegado una estrategia agresiva para sumar apoyos:
Con 19 votos del Pacto Histórico, 5 de Comunes y 10 de la coalición Centro Esperanza, el oficialismo necesitaría solo 23 votos adicionales (de liberales y La U) para alcanzar la mayoría simple. El ministro del Interior, Armando Benedetti, confía en lograrlo pese a las resistencias.
Cambio Radical y el Centro Democrático lideran el rechazo, alegando que:
De aprobarse, el desafío será movilizar a 13.7 millones de colombianos para validar los resultados. El ministro de Trabajo, Antonio Sanguino, admitió el riesgo pero recordó: “Toda conquista laboral ha sido una lucha histórica”.
Mientras el reloj avanza, el presidente del Senado, Efraín Cepeda, hizo un llamado: “Que todos voten. Hoy se define el rumbo del país”.
Humberto ‘Toto’ Torres