Estudiar desde casa, una modalidad que llegó para quedarse
4 febrero, 2021
Exitosa primera jornada de vacunación regular en Bogotá
5 febrero, 2021

Se necesitaría un cataclismo para que después de las elecciones del domingo en Ecuador, Andrés Arauz perdiera la segunda vuelta del 11 de abril.

 ASTROLABIO # 87 / VIE 05 FEBRERO 2021

Arauz es el representante del chavismo y eso explica que sea el designado de Rafael Correa.

Rafael Correa fue, precisamente, el presidente ecuatoriano que creó unos canales de interacción funcional entre las Farc - Eln y su país.

Tales canales quedaron al descubierto cuando se incautaron los computadores de Raúl Reyes, el canciller de las Farc, durante la Operación Fénix, el 1 de marzo del 2008.

De hecho, ese material también mostró con toda claridad los vínculos de Hugo Chávez con la misma matriz subversiva, con lo cual, estuvimos a punto de denunciarlo ante la Corte Penal Internacional.

Curiosamente, hoy, son otros computadores, los del comandante Uriel, del Eln, los que vuelven a mostrar los mismos lazos afectivos entre la subversión y el chavismo ecuatoriano.

Con lo cual, se demuestra que, a pesar de los retrocesos sufridos en el último lustro, el proyecto expansionista de la Alianza Bolivariana sigue intacto y se reedita en lo que podríamos llamar la «segunda oleada» del contagio.

Sin duda, la presidencia de Lenin Moreno, y la acción decidida de su ministro de Defensa, O. Jarrín, fueron un verdadero muro de contención frente a los objetivos del eje La Habana - Managua - Caracas.  Pero, en todo caso, una contención efímera.

Con ese muro sucederá ahora lo mismo que ya aconteció en Argentina, o Bolivia, de donde el chavismo fue desplazado ... solo para regresar triunfante poco tiempo después.

En cualquier caso, vale recordar que Lenin Moreno fue durante mucho tiempo el principal alfil de Rafael Correa y conoce a la perfección los cimientos del proyecto revolucionario bolivariano y sus propósitos expansivos.

Y es ese mismo Lenin Moreno el que, por una parte, afirma, tácitamente, que su país ya ha vuelto a caer en las redes del marxismo.

Y por otra, sostiene, expresamente, que el próximo objetivo es Colombia, en el 2022.

Semejante argumento fue útil para generar miedo y elegir a Duque en el 2018.  

Pero, cuatro años más tarde, ¿ qué tan inconforme se encuentra hoy la población colombiana ?  

¿ Qué tan frustrada puede estar ahora como para decidirse a experimentar ese modelo alternativo que con tanta ilusión ha sabido promover Andrés Arauz en Ecuador ?

* * * 

vicentetorrijos.com