El presidente Gustavo Petro continúa su agenda ante los miembros de la Comisión de Consolidación de la Paz (Peacebuilding Commission Support Branch), órgano asesor intergubernamental de Naciones Unidas, en el marco de la agenda que cumple en la ciudad de Nueva York, entre las que está la presentación ante el Consejo de Seguridad del informe sobre la implementación del Acuerdo de Paz de 2016.
Este jueves habló de varios temas como la paz, el conflicto colombiano, pero también sobre cultivos ilícitos.
“Estamos hoy en algo que se puede llamar la violencia armada por la codicia, por el dinero, articulado a decisiones del mundo, y esto es un poco lo que a mí me gustaría señalar. Mientras hacemos esfuerzos por acabar las guerras, algo las hace renacer, con nombres diferentes, casi siempre en las mismas regiones, pero con objetivos diferenciados, con contextos diferentes”, indicó el mandatario.
El mandatario reiteró que el mundo debe cambiar su enfoque para hacerle frente al tema de las drogas y su lucha contra el narcotráfico que ha partido de las economías ilícitas y lo que implica para las naciones.
A lo anterior, el presidente Petro lanzó una llamativa declaración frente al cultivo de la hoja de coca: “Si mañana la Comisión de Naciones Unidas sobre Drogas, etc., dijera que la cocaína es legal, mañana se acaba la guerra en Colombia. Así de simple. Ahora, como eso no es posible por razones políticas, etc., o no será en mucho tiempo, la guerra en Colombia se mantiene”, dijo.
En el caso colombiano, explicó que “estamos hoy en algo que se puede llamar la violencia armada por la codicia, por el dinero”, la cual se desarrolla en un contexto internacional como el caso de la llamada guerra contra las drogas.
“El narcotráfico ya no es de carteles colombianos, eso ya dejó de existir hace mucho tiempo, fueron destruidos, sino por multinacionales organizadas criminalmente, multinacionales que corresponden a muchísimos países de América, de nacionalidades diferentes de América, de Europa, de China, de África, etcétera”, dijo.
En ese sentido, “el tema de la cocaína está determinando la mayor violencia del mundo, que es la guerra contra las drogas desde hace medio siglo en el territorio geográfico de América, aunque ya se expande, y ha tenido a Colombia como el centro. Si yo articulo esa realidad con el territorio, pues Colombia tiene unos territorios vinculados a la economía global del narcotráfico”, añadió.
El otro factor al que se refirió fue el cambio climático y, en particular, la selva amazónica: “territorios completamente diferentes unos de otros que están cruzados hoy por dos dinámicas mundiales que podrían ayudar a la desintegración o, al contrario, nos podrían ayudar a una inclusión nacional democrática”.
En ese contexto, enfatizó que en el país “ese es un tema clave en esta discusión. No somos una nación homogénea completamente, ni siquiera de cerca. Somos territorios profundamente diversificados”, por lo cual “un proceso de paz hoy en Colombia es un proceso de inclusión social del territorio”.
Paola Martínez Burgos