El Hospital Universitario San Rafael de Tunja, enfrenta una situación crítica debido a la sobreocupación en sus servicios médicos. Actualmente, el servicio de atención de partos registra un 400% de ocupación, mientras que el área de urgencias para adultos alcanza un preocupante 468%, con 76 pacientes hospitalizados en este último servicio. Ante este alarmante panorama , las directivas de la institución reiteraron la declaración de alerta roja el día de hoy a las 10:00 horas, mediante una circular enviada a los prestadores de servicios de salud públicos y privados en Boyacá.
En dicho documento, se describen los niveles de ocupación que han llevado al hospital a este estado de emergencia funcional. Las unidades de hospitalización de adultos y pediatría operan al 119% y 86%, respectivamente. Por su parte, las unidades de cuidado intensivo también presentan cifras críticas: 97% en adultos, 70% en pediatría y un 123% en neonatología, lo que refleja la creciente demanda de atención especializada. Estas cifras plantean desafíos significativos para la calidad y oportunidad en la atención de los pacientes.
Por su parte, el gerente del hospital, Germán Francisco Pertuz, describió con detalle la magnitud de la crisis: “En el servicio de urgencias adultos nos encontramos con una ocupación del 468 por ciento, con 76 pacientes adultos hospitalizados, el servicio de atención de partos en un 400 por ciento y el servicio de urgencias en pediatría en un 170 por ciento”, declaró, haciendo un llamado a la comunidad y al sistema de salud para actuar con responsabilidad y solidaridad en el manejo de la coyuntura.
La declaración de alerta roja tiene como objetivo priorizar la atención de pacientes que realmente requieran hospitalización, evitando la saturación por casos que pueden ser atendidos mediante citas programadas por las EPS. En este contexto, desde el hospital se hace un llamado enfático a la comunidad para que las urgencias sean utilizadas exclusivamente en situaciones de emergencia real, ya que el uso indebido de este servicio no solo contribuye al colapso del sistema, sino que también pone en riesgo la vida de pacientes en condiciones críticas.
Finalmente, las directivas del hospital han solicitado el apoyo del sistema de salud en Boyacá para coordinar esfuerzos y aliviar la carga de esta institución. Se exploran estrategias conjuntas que permitan derivar pacientes a otros centros asistenciales con menor saturación y garantizar un acceso equitativo a los servicios de salud en el departamento.
Juan Joya