Estados Unidos y un gran número de países han desarrollado un plan de sanciones contra Rusia como reacción a su invasión. Nunca antes se había ejecutado un plan tan severo en sanciones contra la economía rusa; sin embargo, el PIB de este país solo disminuyó un 2,5% En 2022. Ante esta situación y a un año de haber iniciado la guerra surge la pregunta sí están o no funcionando las sanciones.
En el plan de sanciones se inició un proceso de cierre y salida de empresas del territorio ruso, el cual ya cuenta más de 1200 corporativos occidentales que cancelaron operaciones. La Unión Europea inicio una reducción definitiva de la compra de gas y petróleo rusos, a esto, le sumaron la congelación de activos y la cancelación de exportar tecnologías.
Sin embargo, la economía de Moscú parece no estarse viendo afectada y se manifiesta resiliente. Putin se refirió a las sanciones que desde Occidente intentan disminuir y afectar su poderío, calificó las acciones y afirmó que no han llegado a nada y no llegarán a nada, ya que la economía de Rusia ha resistido mejor que lo se había presupuestado por grandes expertos en finanzas.
En las primeras semanas de la guerra, la mayoría de bancos rusos fueron excluidos del sistema de transacciones Swift, los activos que el Gobierno ruso tenía en bancos extranjeros se congelaron; Pero de forma inesperada y contra todo pronóstico, el banco central ruso consiguió estabilizar el tipo de cambio y lo puso nuevamente en los indicadores de antes de la guerra.
Los números respalda la situación que vive Rusia pese a un año de guerra, ya que la inflación alcanzó un máximo del 18% en abril, antes de reducirse al 12% en diciembre.
Antes de convertirse en realidad la invasión a Ucrania, el conjunto de países occidentales confiaban en que con las amenazas de sanciones se iba a disuadir la intensión y la invasión, pero con el inicio de la guerra, comenzaron a disuadir a Putin intentando debilitar su cartera y su capacidad financiación a su poderío militar.
Aunque se calcula que Rusia gasta más de 300 millones de dólares al día en su guerra, sus ingresos superan este requerimiento, ya que en durante el 2022 se reportó ganancias superiores a 800 millones de dólares diarios con las ventas de energía. Las cifras indican que Rusia puede mantener los niveles de vida de su población y hacer mantenimiento y relevo a sus equipos de guerra.
Como respuesta adversa para Occidente, los precios del petróleo y el gas se vieron al alza. Al completarse el primer mes de guerra, el mundo vio como los precios subieron en un 50%, llegando a 139 dólares por barril; paralelo, el gas alcanzo los 320 dólares por megavatio-hora, es decir, un aumento del 500%, lo que generó altos beneficios para Rusia.
Varios analistas Indican que la economía rusa sentirá el impacto del golpe más duro para sus finanzas apenas este año, producto del veto de los países del G7, la Unión Europea y Australia a las importaciones de petróleo ruso y la imposición de un precio tope de 60 dólares por barril para su venta por vía marítima, que entró a regir en diciembre.
Las autoridades rusas proyectan que este año los sectores del gas y el petróleo aporten al presupuesto federal 8 billones de rublos o unos 117.000 millones de dólares, que constituyen el 30% de la partida de ingresos, todo esto calculado tomando como precio promedio anual de 70 dólares por barril de crudo.
Humberto ‘Toto’ Torres