En la madrugada de este jueves, Kiev, la capital de Ucrania fue atacada por las fuerzas militares rusas. La invasión se convierte hasta ahora en el mayor ataque contra un estado en Europa, desde la Segunda Guerra Mundial.
El presidente de Rusia, Vladimir Putin, dio una declaración televisada en la que confirmó que había ordenado "una operación militar especial" para proteger a las personas, incluidos los ciudadanos rusos, sometidos al "genocidio" en Ucrania.
"Y para ello lucharemos por la desmilitarización y desnazificación de Ucrania", indicó el mandatario ruso, a su vez argumentó que su país no puede sentirse seguro, con una amenaza constante por parte de Ucrania, además responsabilizó al gobierno de Ucrania por el “Derramamiento de sangre”.
El informe desde Ucrania da cuenta del ingreso de tropas hacia las regiones orientales de Chernihiv y Lugansk. Además de otras que desembarcaron en las ciudades portuarias de Odessa y Mariupol en el sur.
Los bombardeos y ataques fueron la respuesta negativa a los esfuerzos diplomáticos de los líderes occidentales para evitar la guerra.
Por su parte, los mandatarios del mundo y líderes del mundo no dieron esperar para manifestarse frente a la ofensiva rusa, Josep Borrell, jefe de asuntos exteriores de la UE dijo: "Estas son algunas de las horas más oscuras de Europa desde la Segunda Guerra Mundial".
En un primer reporte de las autoridades de Ucrania, al menos 40 personas fallecieron, entre ellos 10 civiles. En las últimas horas también se registraron cortes de energía en diferentes ciudades del país, debido a las explosiones.