El uso de teléfonos celulares en los colegios ha generado un intenso debate en Colombia entre padres, docentes y autoridades educativas. Mientras algunos defienden su valor como herramienta de aprendizaje, otros advierten sobre sus efectos negativos en el rendimiento académico y la socialización de los estudiantes.
Para quienes respaldan su uso, los celulares facilitan el acceso a información, permiten reforzar el aprendizaje y sirven como un medio de comunicación en caso de emergencia. Sin embargo, sus detractores argumentan que estos dispositivos pueden distraer a los estudiantes, fomentar el ciberacoso y exponerlos a contenidos inapropiados.
El Ministerio de Educación ha reconocido las preocupaciones de ambas posturas. Según la entidad, en el marco de la autonomía de los colegios privados, las instituciones tienen la potestad de restringir su uso si consideran que su excesiva presencia en el aula afecta el desarrollo psicosocial y el aprendizaje de los estudiantes.
El entonces viceministro de Educación Preescolar, Básica y Media, Óscar Sánchez Jaramillo, explicó que Colombia ha venido implementando estrategias para regular el uso de celulares y pantallas en colegios, buscando un equilibrio entre acceso a herramientas digitales y la prevención de impactos no deseados.
“Colombia nos dice normativamente que antes de los 14 años no debemos darle, de manera permanente, un teléfono celular a un niño o a una niña. Pero sí hay muchos maestros que hacen uso creativo de la tecnología y lo importante es que esos docentes tengan la libertad de establecer las normas específicas para cada comunidad educativa y colegio”, aseguró el exviceministro.
Además, el Ministerio ha señalado que en zonas rurales los celulares son, en muchos casos, la única herramienta de acceso a internet. En estos entornos, los dispositivos han sido empleados para actividades pedagógicas, como juegos matemáticos, metodologías de investigación y procesos de creación artística.
“Los colegios internacionales que ahora han decidido restringir de manera absoluta el uso del celular tienen toda clase de pantallas, herramientas digitales, tabletas, computadores y laboratorios que hacen que no les haga falta tecnología al momento de restringir el uso del celular; ellos tienen esa particularidad que también se entiende, pero que no es la del conjunto del país”, explicó Sánchez.
Ante la falta de una regulación unificada, el Ministerio recomienda que cada institución educativa defina sus propias políticas a través de un diálogo con docentes, estudiantes y padres de familia.
Humberto ‘Toto’ Torres