Las batallas solitarias son las más difíciles de enfrentar, pero también son las que nos hacen mucho más fuertes.
Hoy vamos a analizar, las dificultades que representan las batallas que cada uno de nosotros libramos y también, los beneficios que las mismas traen para nuestras vidas.
Dice un adagio popular que: “Dios les da las batallas más duras a los soldados más valientes”, es decir, que cuando sientas los problemas y los duros golpes que en ocasiones recibimos, solo hay que decir: Gracias Dios porque me consideras un soldado fuerte y resistente, y por esta razón, me voy a levantar y seguiré adelante.
Todos tenemos que enfrentar diferentes problemas, pero ten presente que no estás solo, eres un tesoro especial para Dios y Él te va a sustentar.
A muchas personas les cuesta creer que Dios sigue haciendo milagros, les cuesta confiar en su Sobrenatural Amor, su fe ha disminuido debido a tantos problemas que les rodean, para todas ellas, Dios nos habla de manera muy directa y con toda su ternura paternal.
Cuando pases por las aguas, yo estaré contigo; y si por los ríos, no te anegarán. Cuando pases por el fuego, no te quemarás, ni la llama arderá en ti.
Isaías 43:2
Podemos sentirnos devastados, destruidos, solitarios y abandonados tratando de luchar contra una dificultad, sin embargo, cada problema que experimentamos y superamos, nos hace madurar y nos acerca más a Dios.
Escrito está en la Biblia, Dios estará con nosotros en cada batalla, en cada problema, en cada enfermedad y nos librará de todas las angustias y tristezas. Dios tiene para cada persona una misión, y también, un tratamiento especial, por esta razón es importante no perder la fe y la esperanza, aprendiendo a escuchar su Palabra.
Nuestra tarea, es confiar y creer en el amor de Dios, de lo contrario, no se puede esperar una respuesta o señal divina si se estamos faltos de fe, ya que la Palabra de Dios, podrá ser escuchada desde mi interior con esa voz suave y apacible de un Padre, y sin lugar a dudas, podremos identificarla con mucha claridad. Se trata de ser humildes de corazón, tener fe y el deseo de conocer la Voluntad de Dios.
Aunque las batallas sean dolorosas, confía en Dios; Él tiene un objetivo claro para tu vida, aunque no logres comprenderlo, ten la esperanza y mantén esa fe para entender el ¿por qué has tenido que experimentar tal adversidad?
Escrito por Édgar Jaimes