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¿Qué necesita Colombia para lograr la transformación digital de sus procesos públicos?

GovTech es un término recientemente usado para describir a las herramientas tecnológicas desarrolladas al servicio o en relación con el sector público. La transformación digital del mundo ha llegado a todos y cada uno de los sectores, por minúsculos que estos sean, y en el ámbito gubernamental son las GovTech las encargadas de dar paso a ese proceso tecnológico. El Laboratorio GovTech de Colombia asegura que este es un ecosistema de innovación en el que el gobierno colabora con las personas que ofrecen soluciones tecnológicas para resolver los principales desafíos de la administración pública y así mejorar la experiencia de los ciudadanos y su interacción con ellos.

Tras ser testigo en primera persona de cómo el sector de la salud logró una transformación digital abismal a partir de la crisis sanitaria dada por la Covid-19, Colombia es uno de los países de la región que más interés ha manifestado en que este proceso se dé también en el ámbito de la administración pública.

Gonzalo Araújo, miembro fundador de Sonar- la única herramienta del país que les permite a las empresas tener las actualizaciones y conocer los riesgos normativos que tienen lugar en el Congreso y en el Ejecutivo- asegura que este tipo de tecnologías entran a Colombia para facilitar las relaciones, de por sí dispersas, entre el sector privado y el público. “Las GovTech llegan a aligerar los procesos estatales y a ser más amigable la relación entre un sector y otro, convirtiéndose en facilitador de acceso a los datos”.

 Aunque en el país se han hecho esfuerzos importantes por avanzar en este frente, como la cédula digital y la carpeta ciudadana digital, siguen existiendo sectores públicos urgidos de cambios. Los procesos de registro y notaría, incluyendo los de escritura pública, a criterio del experto, deberían ya estar utilizando blockchain, asimismo, el catastro urbano y rural del país, que cuenta con herramientas de cartografía con las que puede ir más allá.

“Con el registro de predios y viviendas que hay se puede hacer todo, lo mismo con la inteligencia artificial. No solo la cédula debe estar inmersa en la digitalización de temas ciudadanos sino también el pase de conducir, datos del sistema de salud, seguridad social y todos los elementos que un ciudadano necesita para interactuar con el Estado. Ahí también falta desarrollo”.

En esa relación Estado, ciudadano y empresas privadas cada vez más las GovTech juegan un papel integrador y conciliador, pero, aunque las posibilidades y soluciones tecnológicas son infinitas, la evolución depende de qué tan preparadas están las personas para asumir su uso y para confiar en sus resultados. “Las instituciones públicas son manejadas por personas y son estas quienes deben perder el miedo al uso de la tecnología. Las opciones para la transformación digital son innumerables, por ejemplo, en materia de titulación y notarial, con blockchain se puede lograr una transformación digital impecable”.

Sin duda, en Colombia, el futuro tiene que ver con la apropiación de la gente: en la medida que las personas (instituciones) pierden el miedo al uso de las tecnologías, las soluciones empiezan a tener un alcance cada vez mayor por el usuario, porque son ellos quienes son capaces de determinar hasta dónde van con el uso de las herramientas. “Si ellos (personas – instituciones) las apropian en su debida manera, el resultado es transformador para la organización, para los procesos y para la relación Estado- ciudadanía y sector privado”.

Las GovTech entran a transformar la manera cómo los Estados estructuran y ejecutan sus políticas públicas. Le dan más participación al ciudadano, en esa capacidad de ser testigo de lo que ocurre y obligan a las instituciones a hacer más transparentes sus procesos. Una transición necesaria en la que, con buenas prácticas, empiezan a transformarse- para mejor- las relaciones dentro de las sociedades.