¿Qué papel juegan las armas de EE.U Unidos y Reino Unido en este conflicto?
El presidente ruso, Vladimir Putin, declaró que el ataque masivo realizado este 28 de noviembre contra Ucrania fue una represalia por los recientes asaltos en suelo ruso llevados a cabo con armas de largo alcance proporcionadas por Estados Unidos y Reino Unido. Durante una cumbre de la Organización del Tratado de Seguridad Colectiva (OTSC) en Astaná, el líder del Kremlin reiteró que cualquier agresión en territorio ruso tendrá una respuesta contundente de su parte.
“Esta noche realizamos un ataque integral utilizando 90 misiles de clases similares y 100 drones. Diecisiete objetivos fueron alcanzados (…) Se trata de instalaciones militares, instalaciones de la industria de defensa y sus sistemas de apoyo. Permítanme repetir una vez más: estos ataques de nuestra parte también tuvieron lugar en respuesta a los ataques en curso (por parte de Ucrania) en territorio ruso con misiles ATACMS estadounidenses. Como ya lo he dicho muchas veces, siempre habrá una respuesta de nuestra parte”, subrayó Putin.
La advertencia de nuevos ataques
En medio de sus declaraciones, Putin amenazó con emplear el misil Oreshnik, recientemente desplegado, contra “centros de toma de decisiones” en Kiev. Esto se suma al reconocimiento previo del Kremlin, el pasado 22 de noviembre, sobre el uso de un misil balístico hipersónico en un ataque contra Dnipro. Aunque Kiev inicialmente lo calificó como un misil balístico intercontinental (ICBM), fuentes occidentales aseguraron que se trató de un misil balístico de alcance intermedio (IRBM).
Putin justificó el despliegue de estas armas, señalando que Rusia se ve “obligada” a intensificar su arsenal en respuesta al apoyo de Occidente a Ucrania, un conflicto que se prolonga por casi tres años. En su discurso, el mandatario se jactó de que Rusia produce diez veces más misiles que todos los países de la OTAN juntos y advirtió que no dudará en recurrir nuevamente a este tipo de armamento.
Impacto devastador en Ucrania
El ataque masivo contra Ucrania dejó como resultado al menos un millón de personas sin suministro eléctrico. Según el ministro de Energía ucraniano, Herman Galushchenko, las principales ciudades afectadas por los cortes de emergencia incluyen Kiev, Odessa y Dnipro.
“Estamos enfrentando un nuevo ataque masivo que ha obligado a Ukrenergo, la empresa eléctrica nacional, a implementar medidas de emergencia para minimizar el daño a las infraestructuras energéticas”, explicó Galushchenko.
Los bombardeos, que alcanzaron tanto instalaciones militares como civiles, refuerzan la estrategia de Rusia de atacar el sistema energético de Ucrania, un blanco recurrente desde el inicio de la invasión. Las interrupciones en el servicio afectan gravemente a los ciudadanos ucranianos, especialmente en un contexto de bajas temperaturas y condiciones invernales.
Con este ataque, Moscú busca escalar la tensión en un conflicto donde las líneas rojas de cada bando parecen desdibujarse cada vez más. Mientras tanto, los ciudadanos ucranianos y el sistema energético del país enfrentan una nueva crisis derivada de la guerra.
Humberto ‘Toto’ Torres