En una declaración enérgica y decidida, el presidente de Colombia, Gustavo Petro Urrego, ha emitido una orden urgente a las fuerzas de seguridad del país para abordar dos problemas críticos que amenazan la estabilidad y la seguridad nacional: el turismo sexual en Cartagena y el reclutamiento de mercenarios por parte de grupos narcotraficantes en el sur de Bolívar y el nordeste antioqueño.
La instrucción del presidente se produjo durante una jornada de Gobierno con los Barrios Populares, celebrada en el sector de El Pozón, en la capital de Bolívar. Durante este encuentro, Petro destacó la necesidad apremiante de erradicar la extorsión y el contrabando en la región, enfatizando: “La orden es liberar a Cartagena de la extorsión”.
Es esencial resaltar que Petro hizo un llamado específico a la Fuerza Pública, señalando que su labor no debe centrarse en perseguir a las mujeres que ejercen la prostitución, sino en capturar a los proxenetas y depredadores sexuales que operan en la ciudad.
Con esta postura, el presidente busca evitar que las mujeres en situación de vulnerabilidad sean criminalizadas y dirigir la atención hacia aquellos que se benefician de esta actividad ilícita.
Además de la problemática en Cartagena, Petro denunció el alarmante reclutamiento de mercenarios por parte de grupos narcotraficantes en el sur de Bolívar y el nordeste antioqueño.
En respuesta a esta amenaza, instó a la Armada y al Ejército a intensificar las operaciones para desmantelar estas estructuras criminales, equiparando esta situación con el resurgimiento del paramilitarismo en Colombia.
En sus declaraciones, el presidente Petro hizo énfasis en la gravedad de la situación y la necesidad de actuar con determinación para proteger la seguridad y la integridad de la población afectada por estas actividades ilícitas. En este sentido, señaló que la orden dada al Ejército y a la Armada Nacional es lanzar una ofensiva, similar a la que se está llevando a cabo en el occidente del Cauca, contra este neoparamilitarismo que amenaza la estabilidad del país.
La lucha contra el turismo sexual y el reclutamiento de mercenarios se presenta como un desafío crucial para Colombia en su búsqueda por garantizar la seguridad y el bienestar de todos sus ciudadanos.
Finalmente, la determinación del presidente Petro y la acción coordinada de las fuerzas de seguridad son fundamentales para enfrentar estos problemas con eficacia y proteger los derechos humanos de quienes se ven afectados por estas actividades criminales.
Saray Vargas López