En un explosivo anuncio durante el evento ‘El camino a la industrialización del cacao’ en Boyacá y Arauca, el presidente Gustavo Petro lanzó graves acusaciones contra el congresista republicano estadounidense Mario Díaz-Balart, afirmando que estaría colaborando con “organizaciones narcotraficantes colombianas” en un supuesto plan para derrocarlo.
Con tono contundente, Petro se dirigió directamente al legislador floridano: “Señor Díaz-Balart, ¿cómo se le ocurre juntarse? Puede que no sepa, pero se lo informo, con organizaciones narcotraficantes colombianas. Si no lo sabe, se lo voy a hacer saber a la justicia de Estados Unidos”.
El mandatario vinculó estas declaraciones con una denuncia más amplia sobre un presunto intento de golpe de Estado, revelando que:
Petro expresó su incredulidad ante la participación de un legislador extranjero: “No conozco cómo un senador de Estados Unidos, por muy de extrema derecha que sea, se le ocurra conspirar contra un presidente progresista latinoamericano, que no es de su país”.
El presidente aseguró que políticos colombianos habrían arrastrado a Díaz-Balart a un esquema que incluye a grupos narcotraficantes, aunque no presentó pruebas documentales durante su intervención.
Estas declaraciones se dan en medio de: Una creciente tensión entre Petro y sectores políticos opositores.
Las recientes críticas de Álvaro Leyva contra el gobierno.
La expectativa de si Petro formalizará su denuncia ante autoridades estadounidenses, como sugirió.
Mientras el presidente eleva el tono de sus advertencias, quedan preguntas clave: ¿Presentará pruebas ante la justicia internacional? ¿Cómo responderán Díaz-Balart y el gobierno de EE.UU.?
“Si esto es cierto, sería un escándalo sin precedentes en las relaciones Colombia-Estados Unidos”, analizaron expertos consultados.
Humberto ‘Toto’ Torres