El presidente de Ecuador, Guillermo Lasso, anunció un estado de excepción a nivel nacional por un período de 60 días, junto con tres días de duelo, después del asesinato del candidato presidencial Fernando Villavicencio el miércoles pasado.
Lasso informó que hasta el momento se han detenido a seis personas y las investigaciones están en curso para identificar a los autores intelectuales y materiales detrás de este crimen político.
Tras el ataque, uno de los agresores fue abatido y otras nueve personas resultaron heridas, incluyendo dos policías y una aspirante política.
A pesar de la tragedia, Lasso enfatizó que las elecciones programadas para el 20 de agosto no se suspenderán, destacando la importancia de fortalecer la democracia y defender los valores fundamentales.
La banda criminal autodenominada “Los Lobos” ha surgido en medio de la investigación, atribuyéndose la responsabilidad del asesinato y alegando incumplimientos de promesas por parte de la víctima. También han amenazado al candidato Jan Topic exigiéndole que cumpla con sus promesas.
Diana Atamaint, presidenta del Consejo Nacional Electoral (CNE), confirmó que las fechas de las elecciones permanecerán sin cambios, cumpliendo con el mandato constitucional y legal.
Las Fuerzas Armadas y la Policía Nacional intensificarán la seguridad en los recintos electorales para garantizar un proceso electoral seguro y sin incidentes.
Lasso reafirmó su compromiso de no retroceder ante los intentos de amedrentar al Estado. Insistió en que la democracia se mantendrá firme frente a la brutalidad del asesinato y rechazó ceder el poder a grupos del crimen organizado, incluso si intentan disfrazarse de organizaciones políticas.
La declaración de estado de excepción, que involucra el despliegue de militares en las calles y la suspensión de ciertos derechos fundamentales, ha sido una medida recurrente utilizada por Lasso para abordar problemas de seguridad y criminalidad.
Humberto ‘Toto’ Torres