El colombiano, por segundo partido consecutivo, se quedó esperando en el banco de suplentes y no fue tenido en cuenta en los 5 cambios que realizó el español Íñigo Pérez, en lo que fue una nueva derrota del Rayo Vallecano a manos del Athletic de Bilbao, resultado que deja al equipo de Vallecas a 3 puntos del descenso directo.
El peor escenario, ese es el que afronta James Rodríguez, quien vive un nuevo capítulo de una historia que tiene la misma trama temporada tras temporada, cambiando de club, de ciudad y de antagonista, pero manteniendo el mismo problema: la falta de confianza y poca continuidad que depositan los entrenadores en el volante creativo más importante de América. James, con cara de pocos amigos, invadido por la decepción y la impotencia, fue nuevamente ignorado por su entrenador, quien no lo tuvo en cuenta en un juego clave para el Rayo Vallecano, que se encuentra al borde de irse a la zona del descenso.
En los últimos tres juegos, todos derrota para el Rayo, James solo ha disputado 13 minutos. El colombiano ingresó el 8 de noviembre en un juego que estaba más que definido a favor de Las Palmas. Cuando ingresó el cucuteño, su equipo ya se encontraba 3-0 abajo en el marcador. Desde aquella fecha, James se recuperó de una sobrecarga muscular y ha esperado pacientemente en el banco una oportunidad para demostrar sus capacidades, pero Íñigo no ha permitido el ingreso del colombiano, primero asegurando que no estaba bien físicamente, pero ahora evidenciando que, aunque fue el fichaje más importante del club, no es un jugador que considere importante, mucho menos indispensable, en una nómina limitada que continúa perdiendo, teniendo al mejor jugador de la reciente Copa América en el banco de suplentes.
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La hostil situación se agudiza, ya que el presidente del club, Martín Presa, quien en diferentes oportunidades ha demostrado ser un fiel defensor del volante colombiano, parece querer ocultar el difícil presente del club, que marcha décimo tercero, y de 42 puntos posibles, apenas ha sumado 16, rendimiento que evidencia una temporada irregular que, a pesar de las cifras, parece no disgustar del todo a las directivas del club, quienes respaldan las decisiones de Íñigo Pérez. “Íñigo ha apostado por otros jugadores, por suerte en el Rayo Vallecano hay mucha competencia. Esperemos que cuando salga, si tiene que salir, nos dé lo que nos dio. Es un lujo y estamos encantadísimos de tenerle. Es un lujo tener a esos jugadores”, afirmó el presidente del club en DAZN.
El complejo presente de James gira en torno a que el equipo que deposita su confianza en él es la Selección Colombia, combinado que volverá a ver acción en el mes de marzo de 2025, algo que preocupa a James y su grupo cercano, que saben la calidad de jugador que es el cucuteño y que no puede continuar con esa irregularidad en un conjunto “que se muere de hambre con la nevera llena”. Por el momento, James, quien apenas suma 136 minutos en el Rayo y solo una titularidad en el club, espera nuevamente ver minutos y ayudar al equipo a salir de la racha negativa de resultados, el próximo sábado, cuando visiten al Valencia.
Alexander Cortes