Polémica en torno a la proyección de “Matarife” por el Centro de Memoria Histórica

El anuncio de la proyección de la película “Matarife” por parte del Centro Nacional de Memoria Histórica (CNMH) ha desatado una intensa controversia. Este miércoles 20 de diciembre, la cinta que ha generado agitación y divisiones será exhibida en el Centro Cultural Gabriel García Márquez, en Bogotá, lo que ha provocado reacciones de rechazo y cuestionamientos sobre el respaldo de una institución dedicada a la memoria del conflicto armado en Colombia a este evento.

El congresista Julián Sastoque de la Alianza Verde expresó su indignación, tildando de “absoluta vergüenza” que el CNMH promueva la película. Lo calificó como un “contenido grotesco, panfletario y politiquero” que irrespetaba el trabajo serio en torno a la memoria construida por las víctimas del conflicto.

Frente a las críticas, el CNMH se defendió argumentando que se trata de una proyección privada y no promocional, exclusiva para algunos de sus trabajadores. La entidad enfatizó en su misión de analizar todas las memorias sin discriminación.

“Matarife”, basada en la serie “Matarife: un genocida innombrable”, se centra en la figura del expresidente Álvaro Uribe Vélez, retratándolo con términos como “genocida”, “asesino”, “narcotraficante” y “paramilitar”. Aunque ha ganado premios internacionales, ha sido cuestionada por falta de rigor periodístico y llevó a un enfrentamiento judicial resuelto por la Corte Constitucional.

En defensa de la serie, el guionista Daniel Mendoza afirmó que carece de problemas legales, destacando su victoria sobre Uribe en la Corte Constitucional. Por otro lado, Hernán Cadavid, representante del Centro Democrático, partido de Uribe, elevó una queja contra la directora del CNMH, María Gaitán Valencia, considerando la proyección como “reprochable”.

La película ha sido objeto de críticas incluso desde el ámbito judicial, siendo catalogada por la Corte Constitucional como un ejercicio carente de rigor periodístico y desinformativo sobre Uribe. Esta polémica proyección, aunque presentada como un evento privado, continúa generando debates sobre el manejo y el enfoque del Centro de Memoria Histórica en relación con las memorias del conflicto armado en Colombia.