En la Casa de Nariño, a puerta cerrada, el presidente Gustavo Petro se reunió con el fiscal de la Corte Penal Internacional, Karim Khan.
El mandatario estuvo acompañado del canciller, Álvaro Leyva, el ministro de Justicia, Néstor Osuna; el secretario Jurídico de la Presidencia, Vladimir Fernández; la viceministra, Elizabeth Taylor, y la embajadora en Países Bajos, Carolina Olarte.
“Como jefe del Estado debe decidir si la entrada al país de la Corte Penal Internacional en lugar de profundizar la violencia nos ayuda a través de la verdad a construir la paz”, precisó el jefe de cartera el pasado domingo sobre el acercamiento con la CPI.
En la reunión, se tocaron temas relacionados con la intervención de la Corte Penal Internacional para intervenir e investigar los hechos de violencia ocurridos durante el conflicto armado en Colombia. Por ende, se espera que Khan trabaje, en conjunto con la Jurisdicción Especial para la Paz (JEP), en los procesos de estudio.
A este, se suman los comentarios que realizó el mandatario para profundizar en propuestas directas entre los diálogos con las altas cortes y propone buscar un enfoque guiado a la paz para el territorio.
En esta alianza, se espera estudiar el caso del exjefe paramilitar Salvatore Mancuso, quien rindió cuentas ante la JEP a inicios de mayo.
“Son crímenes que quizá por su gravedad no han sido cometidos en ningún rincón de América en las últimas décadas. Es una crisis humanitaria, claro que tendríamos que ser procesados por la Corte Penal Internacional, que sería la instancia para medir este tipo de delitos si la justicia colombiana no puede o no quiere”, dijo Petro en su cuenta de Twitter.
Catalina Hurtado Ladino