Es crítica la situación que están viviendo miles de campesinos en el municipio de Chipaque, Cundinamarca, quienes viven de la producción de hierbas aromáticas.
Este municipio ubicado a 20 minutos de Bogotá, con 10 mil habitantes y 4 mil personas flotantes, y cuya principal actividad económica es la producción de hierbas aromáticas que son transportadas al interior del país y que históricamente se han distribuido en la plaza de mercado Samper Mendoza, ubicada en el centro de Bogotá y considerada como el centro de abastecimiento de este tipo de producto más importante de la capital de la República.
El alcalde del Municipio, Camilo Pardo dijo que el COVID-19 ha provocado pérdidas millonarias que superan los 500 millones de pesos; dejando afectadas a 2.500 familias dedicadas esta actividad. “Los ahorros se acabaron y no tienen como financiar la reactivación. La gente ya no está solicitando estos productos. La gente busca más los alimentos tradicionales.”
Pese a dichas pérdidas la administración municipal en conjunto con la asociación AROMACHIPAQUE, puso en marcha la estrategia de empezar a deshidratar la hierba aromática de yerbabuena para conquistar otro tipo de mercado para su comercialización.
“Tenemos muy claro que esta no es una solución total a la necesidad de nuestros cultivadores, pero estamos realmente preocupados por el mal momento que están pasando y sabemos que necesitan ayudas y respaldo de nosotros como autoridades del municipio”, dijo el alcalde Camilo Pardo.