Casi todas las cosas que nos preocupan no ocurrirán jamás, dicen los especialistas, que el 85% de las cosas que creemos que nos van a afectar, nunca suceden.
En ocasiones, somos nosotros mismos los que provocamos que ocurran.
25 Lo que más temía, me sobrevino; lo que más me asustaba, me sucedió. 26 No encuentro paz ni sosiego; no hallo reposo, sino solo agitación.
Job 3:25-26
Preocuparse es humano, podemos decir que estamos programados para ello, pero anticiparnos con pensamientos negativos, de derrota, pensar siempre en el peligro y en situaciones malas, no es normal, y no nos ayuda para nada.
Nuestros pensamientos deben estar dirigidos a cosas buenas, a cosas que nos alegren la vida. Debemos tener pensamientos de victoria, de prosperidad y de salud, de esta manera, nuestra vida, crecerá y seremos felices.
Por lo demás, hermanos, todo lo que es verdadero, todo lo honesto, todo lo justo, todo lo puro, todo lo amable, todo lo que es de buen nombre; si hay virtud alguna, si algo digno de alabanza, en esto pensad.
Filipenses 4:8
La vida es demasiado corta para desperdiciarla con pensamientos negativos, por eso vívela como si fuera el último día, aprovéchala al máximo, ¡Pero sobre todo Disfrútala!
Use siempre todos sus pensamientos para alcanzar la victoria, para ser feliz y para conquistar todos sus sueños y anhelos.
Recuerde que la mente, es como el centro de control de nuestra vida. Cada decisión que tomamos y cada acción que realizamos comienza con un pensamiento, esos pensamientos, generan decisiones y luego acciones. Nuestros pensamientos determinan en muy buena parte la dirección de nuestra vida. Si vamos a vivir una vida de victoria, tenemos que usar los pensamientos correctos.
La Biblia nos dice en Isaías 26:3, que si mantenemos y permanecemos con nuestra mente puesta en Dios, Él nos guardará en completa paz. Dios nos ha dado la manera de tener y de vivir en completa paz: Nuestro deber es, mantener nuestros pensamientos fijos en Dios.
Despertemos a esta realidad, necesitamos prestar más atención a lo que estamos pensando. Durante el día, debemos ir pensando y recordando las maravillosas Promesas que nuestro Padre Dios nos da: Soy más que vencedor, Soy hijo de Dios, Todo lo puedo en Cristo que me fortalece, Dios me tiene en las palmas de sus manos, Todas las cosas me van a ayudar a bien. Este problema no vino para quedarse; también pasará. Muchas son las aflicciones del justo, pero de todas ellas le librará el Señor.
Sea libre hoy, no viva pensando en sus problemas, meditando en la persona que lo ofendió. Eso, te va a mantener con desánimo. Comienza a usar tus pensamientos para ser feliz.
Escrito por Édgar Jaimes