El 10 de la tricolor fue el más incisivo, autor intelectual en 2 de los 4 goles, y asistió a Luis Díaz para el segundo tanto de Colombia, que en el 10 encuentra juego, claridad y soluciones.
Colombia ayer en Barranquilla revalidó porque es uno de los mejores equipos actualmente del continente, una de las selecciones más sólidas y con uno de los procesos más prósperos de cara al Mundial de Estados Unidos, México y Canadá 2026, certamen del cual solo lo separan 4 puntos. Aunque en el primer tiempo a la tricolor le costó, por la cancha que estaba pesada, la falta de fluidez manteniendo una posesión de balón exorbitante y quizá la lentitud y falta de movilidad en terreno contrario, el 10 siempre fue el eje y a quien todos sus compañeros buscaban para descargar el balón.
De menos a más, así fue el partido del 10, que en sacrificio y voluntad, no se le puede reprochar, ya que cuando se pone la camiseta tricolor no se ahorra ningún esfuerzo; Aun así, el partido por lo lento que Colombia ejercía las transiciones pedía que en terreno contrario se jugará rápido, por fuera había espacios para encarar y desbordar, pero por dentro el embudo de hombre chilenos, hacia denso el juego. Allí sufrió James porque transportaba de más y mantenían el esférico, dándole la oportunidad a que los defensores chilenos de que le ganaran por superioridad numérica y posicional.
El diferencial apareció en la pelota quieta, la precisión y visón de James fue vital para romper el celofán chileno y empezar a encaminar una victoria que terminaría siendo cómoda en el segundo tiempo. De los pies de James nace la jugada del primer gol, un cobro de esquina al segundo palo, que encuentra como receptor a Lucumi y posteriormente la fortuna y buen posicionamiento de Davinson Sánchez, que sin darse cuenta desvía el balón.
James fue el mejor calificado de la cancha, con una puntuación de 8.5 el 10 denota su calidad e importancia para la selección, dejando números que evidencia su influencia en el juego; 7 pases claves, 7 pases en el último tercio de la cancha, 48 pases completados de 52 para una efectividad del 92%, 78 toques y 4 pases largos completados de 6 intentos. Además, una asistencia en otro momento clave del partido, cuando apenas iniciaba el segundo tiempo, el volante cucuteño, acompañado de Jhon Durán y Luis Díaz, arrinconaron la salida de la selección austral, llevándolos a caer en la imprecisión que derivó en el 10, quien con un control dirigido y el famoso pase de la muerte puso de cara a portería a lucho para el 2-0.
“Un partido redondo, necesitábamos un partido de esos aquí. Estamos felices. Estamos bien físicamente, confieso que un poquito cansado yo, pero bueno, ahora tengo estos días para recuperarme”. Dijo James Rodríguez en zona mixta.
“Hay mucho recambio, nosotros a los jugadores jóvenes que tienen talento y los que el profe llama, intentamos guiarlos por un buen camino y muy importante que los muchachos escuchan y esperamos dejar un lindo legado”.
Con esta habilitación, James Rodríguez se convirtió en el líder de asistencias de todas las Eliminatorias Sudamericanas con cuatro pases gol. El ‘10′ ya había asistido a Matheus Uribe en el empate 2-2 ante Uruguay, a Luis Díaz en la victoria 2-1 ante Brasil y a Yerson Mosquera en el triunfo 2-1 ante Argentina.
Alexander Cortés