Para alquilar balcón: Santa Fe y Tolima definirán el finalista en la última fecha

Una montaña rusa de emociones se vivió en el estadio El Campín. La fiesta roja y el banderazo estuvieron a cargo de la hinchada de Independiente Santa Fe, que recibía en un juego clave al conjunto asegurador. Los hinchas cardenales coparon las gradas del coloso de la 57 para presenciar un nuevo triunfo cardenal. Mientras tanto, también tenían un oído puesto en Manizales, para saber qué ocurría en el juego Once Caldas vs Tolima. Un buen resultado en el estadio Palogrande podía significar la clasificación a la final con una fecha de antelación.

Desde muy temprano, la ilusión cardenal se hizo sentir. Más de 24 mil aficionados llegaron al estadio El Campín para presenciar el último juego en condición de local del expreso capitalino. Ante la lesión de Francisco Chaverra, el único cambio en la nómina titular fue el ingreso de Dairon Mosquera como carrilero por el sector derecho.

Un 4-4-2 sin la pelota cambiaba a un 3-5-2 cuando el esférico era para el conjunto local, producto del desdoble en ataque de los laterales Perlaza y Mosquera. Daniel Torres estaba suelto en el medio campo y Johan Torres y Yilmar Velásquez se repartían roles: uno acompañaba y el otro sobraba para mantener un hombre de marca fijo en el medio.

Los primeros 15 minutos del juego fueron muy parejos, sin fútbol en las áreas. Dos equipos buscaban mantener la posesión del balón, pero no encontraban profundidad ni claridad cuando pasaban al terreno contrario. El aspecto físico se fue imponiendo, con un duelo cazado entre Kevin Viveros y Diego Hernández, mientras que por el otro lado, Hugo Rodallega y Agustín Rodríguez chocaban constantemente intentando ganar espacios.

Gradualmente, Santa Fe se fue imponiendo en el juego, recostando el partido hacia un costado. El equipo cardenal comenzó a ser más agresivo sin la pelota, ejerciendo un importante trabajo físico. Presionaba la salida de Equidad e intentaba recuperar la pelota lo más arriba posible. Producto de ese trabajo defensa-ataque, ‘Kante’ Torres recupera una pelota en salida, transporta intentando encontrar un compañero bien ubicado para hacer la entrega. Al estar tan cerrado el conjunto asegurador, toma la decisión de rematar en medio de muchas piernas de la Equidad. Su disparo se cuelga en el ángulo superior derecho, inatajable para el golero Washington Ortega.

Santa Fe se iba arriba en el marcador y hasta ese punto clasificaba a la final, porque el marcador no se movía en Manizales. Tras la anotación, Santa Fe no se tiró atrás, pero sí retrocedió unos metros, bajó la intensidad y agresividad y le dio más posesión y espacios a Equidad. Viveros fue un hombre que hizo pasar estragos a la defensa capitalina. Su potencia, velocidad y movimientos sin la pelota generaron oportunidades para el equipo de Alexis García, incluido un penal que desperdició Elan Ricardo en el epílogo del primer tiempo.

En la segunda mitad, Santa Fe refrescó la zona defensiva, intentando limitar a Viveros y mantener incómodo a Jhoan Rojas, los únicos hombres que marcaban la diferencia en ataque en el equipo asegurador. Julián Millán sacó de casillas a Viveros, quien terminaría metiéndole un cabezazo y viendo la cartulina roja. Allí, Equidad hizo lo que pudo con lo que tenía en cancha y algunos revulsivos en el banco.

En una transición con espacio y una defensa retrocediendo, Hugo Rodallega se abrió espacio en una baldosa y anotó el definitivo 2-0 al minuto 64.

Santa Fe llegó a 13 puntos, sumó su cuarta victoria en cuadrangulares y mantuvo su valla en cero. Fortalezas que tendrá que revalidar el próximo fin de semana cuando visite a Tolima, que finalmente le bastó con el gol de Facundo Boné para llevarse los puntos de Manizales y llegar con posibilidades a la última jornada. Por el punto invisible, el conjunto pijao depende de sí mismo para clasificar a la final. Una victoria lo pondrá en los dos juegos definitivos por el título, mientras que Santa Fe, con una victoria o un empate, logrará la clasificación.

Alexander Cortés