Millonarios no pasó del empate en Bogotá ante Bolívar, perdió a Leonardo Castro y a Stiven Vega y complicó su permanencia en torneos internacionales.
El ‘embajador’ nuevamente volvió a decepcionar en Copa Libertadores, el albiazul con casa llena fue incapaz de derrotar a Bolívar, que jugó un partido inteligente. Sin sobrarle mucho, se llevó un punto de la capital y dio un gran paso para terminar primero del grupo.
La noche y el juego se fueron tornando hostiles para Millonarios, que con el regreso de un David Macalister Silva sin competencia y un Andrés Llinas determinante en el marcador, salió a la grama con la presión de sumar tres puntos. Con un 4-2-3-1, Daniel Ruiz volvió a la posición donde menos influye, por el costado. Nuevamente los dos canteranos, Sander Navarro y Johan Hernández, aparecieron en la nómina titular, primera señal del poco ‘fondo de armario’ con el que cuenta Millonarios, mientras Montero, a pesar de los errores en Coquimbo, recibía nuevamente el respaldo de Gamero y terminaría siendo figura del compromiso.
El inicio del partido fue frenético, con cancha mojada debido a la lluvia, sin un claro dominador. Millonarios intentaba gestionar más el balón, mientras Bolívar aguardaba el contragolpe aprovechando el posicionamiento alto de Millonarios. Constantemente, el conjunto boliviano intentó por el carril derecho, costado por el cual siempre hubo espacios debido al desdoble y un lento regreso de Sander Navarro. La primera opción clara de gol llegó por medio de un tiro libre ejecutado por Francisco Da Costa.
Millonarios empezó a crecer en terreno contrario, optó por no tener tanto el balón y dio prioridad al juego rápido de adentro hacia afuera, utilizando más el carril por donde recaía Emerson Rivaldo. Sin mucha producción ofensiva, se acercó un par de ocasiones, pero la mala toma de decisiones en el último cuarto se hizo presente. Al minuto 34, perdería a su hombre más importante en ataque, Leonardo Castro, quien comandó un contragolpe que terminó con una entrada fuerte y posteriormente una caída en la cual su hombro llevó la peor parte. Tuvo que salir del terreno de juego y en su lugar ingresó el argentino Santiago Giordana.
“Lo de Castro entiendo es un esguince en el hombro. Van a hacerle valoraciones, lo veo difícil para el sábado, esas lesiones en los hombros son de cuidado”, agregó el entrenador Alberto Gamero con respecto a la lesión de Leonardo.
En el cierre de un primer tiempo flojo para Millonarios, llegaría la alegría e ilusión con el gol de Andrés Llinas, quien finalizó una de las pocas jugadas ofensivas que generó el ‘albiazul’ en la primera mitad. Daniel Ruiz cambió de costado, un mal movimiento de la defensa de Bolívar dejó solo y bien posicionado a Giordana, quien cabeceó y estrelló el balón en el palo. El rebote hizo perder marcas en el área y permitió que Llinas llegara a empujarla para poner arriba a Millonarios.
El segundo tiempo fue un compromiso muy distinto. Hasta el empate de Ramiro Vaca al minuto 67, el partido parecía controlado, poco generaba Bolívar y Millonarios seguía buscando, ya sin tanta posesión de balón. El gol fue como un pitazo final a falta de 23 minutos para el término del juego. De ahí en adelante, se jugó muy poco, un partido trabado, sin ritmo y con mucha marrullería, que tuvo como cómplice al árbitro.
Gamero, con muy poco de donde escoger en el banco de suplentes, mandó al terreno de juego a Ricardo Rosales, que en la primera que tocó cometió el tiro libre que le daría la anotación del empate a Bolívar. Brayan Stiven Campaz fue otra de las sorpresas, pues el jugador de apenas 19 años es un desconocido para muchos, un canterano con pocos minutos en el profesionalismo que fue enviado al terreno de juego junto con Yuber Quiñones a apagar una olla a presión.
Alberto Gamero dijo con respecto a los cambios: “Yo no improviso, miro a los jugadores mucho tiempo. Campaz es un jugador con buena pegada y dribbling por la zona derecha. Banguero y Beckham juegan por izquierda. Me incliné por Quiñones por la pegada que tiene por izquierda”.
Finalmente, la desesperación se adueñó de las acciones y Millonarios terminó al como sea, buscando un tanto que nunca llegó y que terminó por ponerle punto final a su participación en la Libertadores y comprometiendo seriamente su clasificación a la Copa Sudamericana.
Alexander Cortés