Dayro Moreno guió la victoria del Blanco-blanco en el estadio Hernando Siles de La Paz.
Vital triunfo del Once Caldas, el segundo de manera consecutiva y aún más importante, ambos en condición de visitante. Esto garantiza que el equipo dirigido por Hernán Darío Herrera hizo el 50 % del trabajo, y quizá el más difícil: ganar en Chile y Bolivia. Ahora, para asegurar como mínimo el segundo lugar (casilla de playoffs), deberá imponerse a esos mismos equipos, pero ya en otras condiciones: en casa, con el público a favor y sabiendo que cierra la fase de grupos ante Fluminense, en el Maracaná.
“El goleador de nosotros tiene que representar a Colombia. No sé por qué no se la han dado, pero yo creo que Dayro Moreno, en este momento, merece estar en la Selección Colombia”, afirmó tras el triunfo el profesor Hernán Darío.
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Con esas palabras, el líder del equipo blanco destacó la buena labor que hizo Dayro Moreno, quien anoche volvió a sumar otro episodio a su largo palmarés de momentos importantes en el fútbol. El delantero que salió de Chicoral, Tolima, marcó a sus 39 años su primer hat-trick por Copa Sudamericana y fue el artífice individual que consolidó un partido que, en términos generales, fue bueno para el Once. Sin embargo, la victoria se puso en riesgo por falta de eficacia y errores individuales de James Aguirre, quien nunca se acostumbró a la altura, a la velocidad de la pelota y a la intensidad del juego, factores que generaron estragos en su arco.
La falta de eficacia puso en peligro la victoria en la altura
Completamente distinto fue el partido de ayer en el Hernando Siles al que se vio hace dos semanas en Chile. A pesar de las condiciones de jugar a 3.650 metros sobre el nivel del mar, Once Caldas fue propositivo en todo momento. El inicio del partido fue de ida y vuelta, con ambos equipos aprovechando la velocidad de la pelota y la poca presión en la salida. Sin embargo, a medida que avanzó el reloj, el Blanco-blanco se fue montando en el juego, con mayor posesión de pelota, entregas seguras y ensanchamiento de cancha. Generó varias opciones de peligro que al final le terminarían costando en el remate del partido, cuando tuvo que ir a buscar el tanto de la victoria con apuro.
Veinticinco remates, y 11 de ellos al arco, evidencian que hubo un equipo que hizo más méritos para quedarse con la victoria. Y aunque en dos ocasiones le igualaron el juego, siempre dio la impresión de que lo iba a ganar, por el control que tenía del rival y lo superior y peligroso que se veía cuando pasaba al ataque.
Por suerte, el Once cuenta con el goleador colombiano que capitaliza errores y aparece en los momentos definitivos. Ayer, la experiencia y jerarquía de Moreno fueron fundamentales para sacar una victoria justa y necesaria, que pone a soñar a Manizales y a Colombia. Pues aunque esto se vive partido a partido, el Once parece haber encontrado la manera de competir. No por nada es catalogado como un equipo copero, que sabe jugar este tipo de competencias, partiendo de la buena planificación y la personalidad para encarar cada juego.
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La cuota individual, sin duda, también es importante y marca la diferencia en este torneo. Y allí hay que destacar el compromiso de cada jugador. En los tres partidos, el Once no ha jugado mal. Ante Fluminense, quizá los nervios del debut y el apuro por estar abajo en el marcador lo terminaron condicionando, pero plantó cara y compitió ante una potencia del continente. Pasada la prueba ante los brasileños, ha encontrado una curva de ascenso en la que Dayro Moreno es el líder y baluarte, marcando 4 de los 5 goles que ha anotado el Blanco de Manizales.
Parcialmente, Once Caldas es colíder, segundo de su grupo con los mismos puntos de Fluminense, que tiene un partido menos. El próximo reto para los de Hernán Darío será en casa, el 7 de mayo, ante Unión Española.
Alexander Cortes