En un discurso dirigido a la nación este lunes, el presidente Gustavo Petro defendió la gestión de su gobierno en materia de seguridad, presentando un análisis detallado de la evolución de los homicidios en Colombia en los últimos 34 años. Con cifras en mano, el mandatario aseguró que no hay un “colapso de violencia”, como señalan sectores críticos, y destacó que la tendencia de este delito va en descenso, acercándose a los niveles registrados durante el proceso de paz.
Petro mostró estadísticas desde 1990 hasta 2025, señalando los picos de violencia en diferentes periodos y enfatizando que, pese a los desafíos actuales, los homicidios han disminuido en su administración.
“Una de estas mentiras de la prensa tradicional de Colombia es decir que estamos ante un colapso de violencia. Este cuadro muestra que no, que eso es falso, que es una manera de manipular a la opinión pública”, afirmó. Aunque reconoció que cualquier homicidio es inaceptable, sostuvo que el país ha avanzado: “Colombia es un país relativamente exitoso en salir de la violencia”.
El presidente vinculó la violencia actual con las economías ilícitas, señalando que el poder de las mafias está desplazando al Estado en algunas regiones. “Lo que está matando a Colombia es la mafia, la codicia, porque la mafia en el fondo no es más que codicia. Codicia que se adueña de los corazones y que va matando a gente inocente por doquier”, denunció.
Petro cargó contra los gobiernos de Juan Manuel Santos e Iván Duque, acusando a la Fiscalía de Néstor Humberto Martínez de “sabotear” los acuerdos con las FARC. Según él, se usaron argucias jurídicas para “entrampar” a excombatientes, lo que llevó a su rearmamento.
“Hacer trizas la paz no comenzó en el gobierno de Duque; comenzó en el gobierno de Santos, y no por voluntad de Santos sino de sus colaboradores”, aseguró. Criticó especialmente a Iván Márquez y Jesús Santrich, líderes de las FARC que, según Petro, “cayeron redondos en la trampa y se devolvieron a las armas”.
El mandatario explicó que las disidencias de las FARC surgieron por el vacío de poder en zonas antes controladas por la guerrilla, donde el Estado no logró consolidar su presencia. “Cambiaron los dueños de la violencia por varios de estos que regresaron a las armas”, señaló.
Petro insistió en que, pese a los retos, su gobierno no ha fracasado en seguridad y que las cifras respaldan una reducción histórica de la violencia. Sin embargo, advirtió que el verdadero enemigo sigue siendo el crimen organizado y la corrupción, que minan la estabilidad del país.
Mientras el debate sobre seguridad sigue en la agenda nacional, el presidente busca reforzar su mensaje: Colombia no está en caos, pero la paz aún es una tarea pendiente.
Humberto ‘Toto’ Torres