El primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, compareció este 10 de diciembre en su juicio por corrupción, rechazando las acusaciones de fraude, cohecho y abuso de confianza que enfrenta. Desde el estrado, calificó los cargos como “mentiras” y un “océano de absurdos”, defendiendo su inocencia mientras enfatizaba su legado como líder en momentos de crisis.
“He esperado ocho años por este momento, para decir la verdad tal como la recuerdo, lo cual es importante para la justicia. Pero también soy un primer ministro. Estoy liderando el país a través de una guerra de siete frentes, y creo que las dos cosas se pueden hacer en paralelo”, afirmó Netanyahu.
https://twitter.com/Channel8English/status/1866442211241468003
Acusaciones y defensa de Netanyahu
Netanyahu enfrenta tres casos de corrupción que incluyen señalamientos de aceptar regalos lujosos, como champán y cigarrillos, de un multimillonario a cambio de favores comerciales. También se le acusa de favorecer regulaciones en beneficio de magnates de los medios, obteniendo cobertura favorable para él y su esposa Sara, y de pactar acuerdos con periódicos para limitar la competencia.
El líder del Likud negó las acusaciones, asegurando que son una “cacería de brujas” organizada por medios hostiles y un sistema judicial parcial. “Es dudoso que haya otros casos similares en el mundo. Mi familia ha sufrido ataques, calumnias y mentiras a una escala pocas veces vista”, declaró.
Juicio histórico en medio de crisis nacionales
Netanyahu es el primer jefe de gobierno israelí en funciones en testificar como acusado penal. Su caso ha generado protestas masivas en Tel Aviv, con ciudadanos exigiendo su renuncia y partidarios defendiendo su inocencia. Frente al tribunal, pancartas como “Ministro del Crimen” reflejaron la polarización que vive el país.
El tribunal rechazó solicitudes de la defensa para reducir las horas de testimonio de Netanyahu, que abarcarán seis horas al día durante varias semanas. Esto ha generado cuestionamientos sobre su capacidad para liderar a Israel en medio de múltiples conflictos, incluida la guerra en Gaza y tensiones regionales con Irán y Siria.
Un juicio con implicaciones políticas
La permanencia de Netanyahu en el poder, a pesar de los cargos, refleja divisiones profundas en Israel. Desde 2019, el país ha enfrentado cinco elecciones debido a la incapacidad de formar coaliciones estables, en gran parte por las controversias en torno al primer ministro.
A pesar de las presiones, Netanyahu se ha negado a dimitir, utilizando su posición para criticar al sistema judicial y a los medios de comunicación. “No estoy centrado en mi futuro, sino en el futuro del Estado de Israel”, concluyó.
El juicio, considerado un hito en la política israelí, continuará en las próximas semanas con la atención internacional puesta en su desenlace.
Humberto ‘Toto’ Torres