Narco José, la mascota del ingeniero Rodolfo Hernández, también murió horas después

Tras el fallecimiento del excandidato presidencial Rodolfo Hernández, ocurrido el lunes 2 de septiembre, este martes se conoció que su perro también murió.

La información fue compartida a través de una publicación en la cuenta de Instagram del ingeniero Hernández, en la que aparece él con su mascota en tres fotografías en blanco y negro. Narco José era el nombre del canino, y en la descripción expresaron que se fue tras su dueño porque “ya no había más caminos que recorrer”.

“Y te fuiste, así, en silencio, siguiendo la sombra de quien fue tu mundo. Ya no había más caminos que recorrer, ni reuniones que compartir. Ahora, donde sea que estén, te has reunido con el Inge, como siempre fue y siempre será. Fuiste su amigo más leal, y en tu partida nos dejas el recuerdo de una amistad que desafió incluso al tiempo. Descansa, Narquito, donde el viento no se cansa y el amor no tiene fin”, se lee en el conmovedor mensaje.

Los comentarios de los internautas no se hicieron esperar, quienes expresaron que los animales siempre nos sorprenden y nos dejan sin palabras. “El amor que siente un perrito por su amo traspasa la razón, es una conexión que va más allá, hasta el infinito. Vuela con tu mejor amigo, Narquito. ¡Juntos por siempre!”, es uno de los mensajes que dejaron.

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Otro usuario escribió: “La conexión entre un perro y su amo es una de las más puras y profundas que existen. Es una relación construida sobre la lealtad, el amor incondicional y una comprensión mutua que trasciende las palabras. Los canes tienen una capacidad única para sentir el estado emocional de sus dueños y responder a él, ofreciendo consuelo en momentos de tristeza y compartiendo la alegría en los momentos felices. Por esta razón, Narco José se fue para acompañar por siempre a su querido Ing… Vuelan alto”.

El cuerpo de Rodolfo Hernández fue cremado poco después de su muerte, y su familia habría recibido sus cenizas este martes. Según el medio Semana, el ingeniero expresó en su última voluntad que sus cenizas fueran divididas en dos partes: una destinada a su finca en Piedecuesta, Santander, y la otra para un mausoleo en el cementerio Tierra Santa.

El 16 de marzo del presente año, Hernández reflexionó sobre la muerte en una entrevista para el medio mencionado y dijo lo siguiente: “La muerte es algo natural, no tendría sentido la vida ni los días si uno viviera para siempre. Tengo claro que daré mi batalla hasta cuando pueda; ya cuando sea inevitable, la aceptaré con altura, como un paso más que debo dar”. Un mensaje que reafirmó su posición de no temerle a la muerte, aun cuando estaba batallando con el cáncer que padecía.

Dayineth Molina Velásquez