Murió el capo del cartel de Cali, Gilberto Rodríguez Orejuela

Este miércoles se conoció la muerte del excapo del 'Cartel de Cali', Gilberto Rodríguez Orejuela, quien estaba pagando su condena por narcotráfico en Estados Unidos.

Orejuela, estaba pagando una condena de 30 años en la cárcel federal de Butner, en Carolina del Norte, Estados Unidos, por enviar al menos, 150 kilos de cocaína al país norteamericano en 1990.

“Nosotros los hijos y esposa de Gilberto Rodriguez Orejuela, nos permitimos informar que lamentablemente, ayer martes 31 de mayo del 2022, a las 6:54 p.m. falleció nuestro padre a causa de un linfoma que lo aquejaba” expresó su hija Alexandra Rodríguez.

Asimismo, explicó que están adelantando todas las acciones necesarias, para repatriar el cuerpo del ‘ajedrecista’, como era conocido en el mundo del narcotráfico.

El excapo, presentaba varios quebrantos de salud, por ejemplo, en 2004 cuando fue trasladado a Estados Unidos sufrió un infarto, posteriormente fue diagnosticado con cáncer de colon, hipertensión y llegó a sufrir de trastornos psiquiátricos.

Hasta el momento, las autoridades nacionales no han expresado nada frente a este tema, pero su familia indicó que desde hace varios meses venía solicitando un permiso para poder visitarlo en suelo norteamericano.

Cabe recordar, que Rodriguez inició su carrera delictiva en los años 70 junto a su hermano Miguel Rodriguez y José Santacruz Londoño, fundando la banda delincuencial ‘Los Chemas’.

Años más tarde, los Rodriguez Orejuela empezaron a traer pasta de coca procedente de Bolivia y Perú, para empezar a incursionar en el mundo del narcotráfico.

En la década del 80, ya tenían un dominio importante en la costa pacífica colombiana y utilizaban esa zona como ruta, para enviar droga a Estados Unidos, país que los denominó como ‘Cartel de Cali’.

Tras la muerte de Pablo Escobar en 1993, el gobierno estadounidense junto con el gobierno de Ernesto Samper, volcaron sus fuerzas hacia el Cartel de Cali, logrando la captura de Gilberto y Miguel Rodríguez en 1995.

Escrito por: Frank Hoyos